La bolsa de Nueva York revirtió parte de sus pérdidas de la semana pasada, con un movimiento alcista en los índices principales. En verdad, después de tocar mínimos de tres meses el viernes, ya la vela de ese día había quedado en positivo, para confirmar las ganancias en la sesión del lunes.
Técnicamente, el índice Dow Jones regresó un 38.2% de su caída desde los máximos históricos que había tocado a principio de mes, y no se le hará fácil seguir escalando. En buena parte, ello dependerá de los datos de manufacturas y servicios de S&P, que se conocerán este martes a las 9:45 del este.
El sector de manufacturas logró ingresar en zona de expansión (por encima de los 50 puntos) tres meses atrás, y se espera un ligero crecimiento para la medición de este martes. En cuanto a los servicios, su crecimiento no estuvo en peligro, y también se espera una medición positiva.
Si estos pronósticos se cumplen, hay motivos para pensar en un dólar más fuerte durante la sesión americana. En dicho caso, la bolsa podría sufrir el impacto de manera inmediata, dado que le daría a la Fed un nuevo motivo para mantener la tasa de interés alta por más tiempo. De acuerdo a las últimas encuestas, los pronósticos de un recorte para junio son casi nulos, y recién en septiembre podría verse algún tipo de modificación. Algunos arriesgan que durante 2024 no habrá cambios de tipos de interés.
Los mismos datos están previstos en Europa, tanto en la Eurozona como en Alemania, y en Reino Unido. El Euro logró alejarse por momentos de sus mínimos anuales, al igual que la Libra esterlina, que llegó a 1.2298 en su valor más bajo en 6 meses. Sin embargo, estos movimientos de recuperación parecen ser muy débiles, y ambas monedas pueden volver a caer en la sesión americana, con los datos de Estados Unidos.
El Euro, debajo de 1.0605, tendrá su próximo soporte en 1.0570, seguido de 1.0530. Al alza, las zonas de 1.0665, 1.0690 y 1.0720 serán las resistencias a seguir.
La Libra esterlina deberá quebrar 1.2300 para comenzar a ganar terreno en forma sustentable, algo que vemos poco probable. En cambio, el quiebre de 1.2320 podría acelerar su baja, en primer lugar a 1.2290 y, más abajo, a 1.2250.
El Yen se mantiene en mínimos de 34 años, con movimientos similares a los de las últimas semanas. Golpea una y otra vez contra sus propios mínimos, para seguir descendiendo ante cualquier noticia que favorezca al dólar, que en los últimos tiempos son todas las importantes. La intervención de las autoridades financieras de Japón parece quedar en la nada, y no se ven motivos de fondo para que el yen vuelva a la zona de 150.00, una parada obligada antes de recuperar terreno en forma sustentable.
La onza de Oro perdió más de 100 dólares desde sus máximos históricos del día 8 de abril en 2432 dólares, aunque encontró un fuerte soporte en 2325 dólares, un 38.2% de retroceso de su último rally. La superación de 2345 dólares podría darle un nuevo impulso alcista, aunque sus movimientos poco tienen que ver con los del resto del mercado, y están sujetos a los que suceda en Medio Oriente.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.