Desde que comenzó 2024 los mercados se han mostrado cautos, si cabe el término en esta actividad. Los movimientos se suavizaron, si bien las tendencias se van tejiendo lentamente. Pero hay algo que llama la atención: la quietud de los precios cuando no hay noticias.
En el mes que termina esta tendencia se profundizó. Los días sin noticias son poco atractivos, con movimientos casi nulos. El efecto de los informes es efímero, y de baja monta.
Sin embargo, los datos más importantes, como los del empleo, inflación y ventas minoristas (este mes no hubo anuncios de la Fed) marcaron la diferencia, y esta fue a favor del Dólar.
Y es justamente en el último día del mes cuando el billete puede acelerar su tendencia alcista de corto plazo. A las 8:30 del este se conocerán los datos de inflación por consumo, el deflactor de inflación que es muy tomado en cuenta por la Fed y es mencionado por el presidente Powell en cada una de sus presentaciones.
Esta medición, ciertamente rezagada (un mes exacto de demora) junto con las cifras de ingreso y gasto personal puede terminar de consolidar el impulso del dólar ante las monedas principales, después de un miércoles con pocas alternativas.
Al igual que durante el resto de la semana, el Euro se movió, y lo hace en las primeras horas del jueves, en un estrecho rango de precios, que lo sostiene en el cortísimo plazo con un sesgo alcista, pero bajista al fin en temporalidades como el gráfico diario.
La moneda única podría salir de esta posición ante el quiebre de 1.0865, algo poco probable de acuerdo a lo que muestran los indicadores del gráfico de 4 horas, volcados a la baja.
Ante una caída del Euro, la zona de 1.0800 será un frágil soporte, y recién en la zona de 1.0765 podría haber un soporte algo más firme.
La Libra esterlina se mueve a la par del euro, con diferencias mínimas de velocidad. El par EUR/GBP, que refleja tales diferencias, apenas ofrece señales en ambas direcciones en gráficos muy pequeños, poco operables. La Libra deberá superar claramente 1.2700, lo cual no será fácil. A la baja, la zona de 1.2620 aparece como el soporte más cercano, con un sesgo bajista claro en el gráfico de 4 horas.
El Yen se mantiene cerca de sus mínimos anuales, que busca una y otra vez. La impresión es que los mercados intentan quebrar dichos mínimos, pero el fantasma de una intervención aparece nítido. La imposibilidad del yen de ir más allá de 149.00 en el corto plazo mantiene al par USD/JPY en un limbo de estrecho rango.
Justamente, la inflación por consumo, que se espera en crecimiento, podría generar el impacto que los mercados esperan para tomar acción. Y todo indica que el dólar no tendrá muchos problemas para crecer. Mucho más si, como se ve en cualquier gráfico que muestre los antecedentes de los informes principales, cuando el Dólar está alcista los datos lo favorecen una y otra vez, hasta que el ciclo termina, para comenzar otro en dirección contraria. Las brujas no existen, dicen los que saben. Pero que las hay, las hay.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
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