Las cifras de ventas minoristas de noviembre en Estados Unidos quedaron muy por encima de lo esperado, con un crecimiento del 0.3%. Sin embargo, pese a una reacción inicial favorable, el Dólar volvió a caer en todos los frenes el jueves, con la bolsa de Nueva York en pleno festejo por las decisiones que toma la Fed, y con los rendimientos de los bonos del Tesoro cayendo con firmeza.
Se esperaba una caída en las ventas minoristas el mes pasado, aunque una vez más los pronósticos quedaron lejos de las cifras oficiales. El Dólar pareció recuperar terreno, pero fue solo un intento desvirtuado minutos después, con las acciones de Wall Street levantando vuelo en simultáneo. Los futuros de los índices principales operan en máximos de dos años (S&P 500 y Nasdaq 100) y máximos históricos en los del Dow Jones, anticipando el mentado “rally de Navidad”.
La bolsa tiene motivos para festejar. Luego del largo período de alzas de tipos de interés por parte de la Fed, el banco central ha cambiado su discurso, y ya no se discute si habrá nuevos aumentos, sino cuanto durará la tasa en un máximo de 22 años, como se encuentra ahora en el 5.5%.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro se mueven a la baja, tanto en las notas de 2 como de 10 años, con niveles que no exhibían desde varios meses a la fecha. Técnicamente, ambas curvas se ubican en sendos canales bajistas medidos en los gráficos diarios, con un origen que data de mediados de octubre en ambos casos.
La baja de los rendimientos la aprovecha el Yen, que si bien sigue muy débil ha recuperado al menos un tercio de sus pérdidas del año, y la onza de Oro, que desde inicio de octubre viene escalando posiciones, con un máximo histórico en 2148 dólares que tuvo lugar poco menos de dos semanas atrás.
La debilidad del Dólar se hace más tangible en semanas como la actual. Tanto el Banco ce Inglaterra como el Banco Central Europeo mantuvieron sus tasas de interés sin cambios, y en niveles más bajos que los de la Fed. Si bien los comunicados de ambos bancos centrales no fueron determinantes en aspecto alguno, tanto el euro como la libra esterlina siguen ganando terreno.
El Euro, por el momento, no pudo con su máximo anterior en 1.1016, frenando su rally unos puntos por debajo de tal precio. Sin embargo, mantiene una posición alcista muy marcada, que por ahora solo admite algunas correcciones bajistas necesarias para que el precio descanse después de escalar más de 150 puntos en pocas horas. La superación de 1.1015 le dará un nuevo impulso al euro, con destino en 1.1050.
La Libra esterlina aparece más punzante que el euro. Después de tocar 1.2500 el martes, en apenas 48 horas se acerca a 1.2800, un nivel impensable a inicio de semana, pero que se pudo apreciar desde el miércoles por la tarde, cuando quebró una línea bajista después de los anuncios de la Fed. La moneda británica tiene aún espacio para seguir creciendo a 1.2850.
El Yen está casi intratable. Si bien tiene muchísimo más para ganar, sus oscilaciones de 150 a 200 puntos en minutos lo convierten en un activo sumamente riesgoso, algo totalmente inhabitual en una moneda que es un refugio para épocas de crisis. El quiebre de 140.00 podría darle una mayor tranquilidad a la moneda nipona, aunque la posibilidad de que esto ocurra el viernes es prácticamente nula.
Justamente, el viernes tendrá una agenda muy cargada, con los datos de manufacturas y servicios tanto en Reino Unido como la Eurozona, Alemania y, más tarde, en Estados Unidos. Se trata de cifras que suelen tener un alto impacto en el dólar, y pueden ser uno de los últimos disparadores del año, dado que los informes más importantes del mes terminan este viernes. Solo queda la decisión del Banco de Japón prevista para el martes próximo.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.