El Banco Santander (SAN.ES) está siendo protagonista este año de muchos titulares, ya sea por los buenos resultados reportados después de años de malos datos o por las recompras de acciones, que están dando mucho que hablar. Esta vez, se trata de que la entidad está alquilando sus sucursales no operadas.
Los bancos españoles tenían una red comercial muy grande, con oficinas prácticamente en cada esquina. De hecho, la red era mayor a la del sector en otros países de Europa y con los años se ha demostrado que era sobredimensionada. Esto provocó el cierre de muchas sucursales y un reajuste en la plantilla de las entidades. Santander, más después de la absorción de Banco Popular, era una de esas entidades.
La compañía que encabeza Ana Botín está tratando de sacar provecho de las oficinas que no opera, alquilándoselas a otros bancos extranjeros o que no representan una competencia directa. De esta manera, se rentabiliza un espacio que estaba inutilizado, proporcionando un flujo continuo de ingresos.
Esta operación la realiza a través de su filial RetailCo, que constituyó en 2021 y se dedica a actividades inmobiliarias.
Las acciones de Santander suben más de un 30% en lo que va de año y ya empiezan a estar cerca de los 4€ por acción, precio que no alcanza al cierre de una sesión desde 2018.
Análisis realizado por los analistas de XTB