Continuamente nos centramos en valorar si el SP500, índice que recoge la evolución de las 500 mayores empresas de Estados Unidos, está sobrevalorado o sigue siendo una buena inversión. Y es que tras una década de tipos de interés cercanos al 0% en muchas partes del mundo, la bolsa se convirtió en la única alternativa sensata en los mercados financieros para los ahorradores que no querían perder poder adquisitivo. Esto provocó que muchas acciones se dispararan hasta niveles en los que no tenía ningún sentido invertir.
Pero como dice probablemente el mejor inversor del mundo, Warren Buffett, “Sólo cuando baja la marea, se sabe quién nadaba desnudo” ¿Quieres saber cómo estás tú?
Foto general del mercado americano
A día de hoy, el índice cotiza a un múltiplo de 18,8 veces beneficios, lo que a priori no nos dice nada. Pero si su media de los últimos 20 años ha sido 15,6 veces ya nos damos cuenta de que la bolsa americana está más cara de lo que ha estado históricamente.
Por otra parte, hay que señalar que crecimiento y valoración van de la mano, y generalmente está justificado que una compañía cotice a múltiplos más alto si se espera un mayor crecimiento. Pero, si vamos más allá y hablamos en términos de beneficio, se espera que el conjunto de compañías crezcan un 8,3% en los próximos 12 meses, en comparación con su media histórica de crecimiento del 11%. Por tanto, aquí hay algo que se nos escapa.
Fuente: JP Morgan, informe Guide To The Market.
Sin embargo, nos olvidamos de que en los mercados a veces es necesario separar el grano de la paja para saber el por qué de dónde estamos. Por eso, vamos a ver los dos sectores que más influencia están teniendo en la bolsa estadounidense.
Sector tecnológico, el más caro del índice y el que mayor influencia tiene.
Durante los últimos años hemos visto cómo las compañías tecnológicas tenían beneficios records y crecimientos de doble dígito. Sin embargo, desde el aumento de los tipos de interés experimentado desde 2022 el sector ha ralentizado el aumento de sus beneficios. Sin embargo, sus múltiplos no bajan, al menos no hasta sus niveles históricos. La industria cotiza a 26,3 veces beneficios, ya muy por encima de la media del SP500, y no solo eso, también por encima de su media histórica de 17,9 veces beneficios. Y lo peor es que su crecimiento esperado para los próximos 12 meses es ligeramente menor a su media de crecimiento de los últimos 20 años.
Teniendo en cuenta que este sector representa el 28,2% del SP500, es entendible que la bolsa cotice a esos múltiplos.
¿Significa esto que compañías como Apple o Microsoft están sobrevaloradas? No tiene por qué, puesto que incluso dentro de un sector sobrevalorado podemos encontrar empresas cuyo valor sea mayor del precio al que se encuentran en ese momento.
Consumo discrecional
El siguiente sector más caro es el consumo discrecional, que agrupa industrias como el textil, el automotor o la industria hotelera. Es un sector que depende directamente de cómo vaya la economía, y son los primeros productos que dejamos de consumir cuando hay que ajustar el bolsillo. Si vienen las vacas flacas dejaré para más adelante comprarme ese conjunto que tanto me gusta pero que realmente no me hace falta, o aguantaré con mi antiguo coche un par de años más. Actualmente cotiza a 25 veces beneficios, ligeramente por debajo del sector tecnológico pero por encima de su media histórica de 19,4 veces. Su crecimiento esperado, eso sí, se sitúa en el 19,4% lo que lo sitúa dos puntos porcentuales por encima de su media histórica.
En este caso, es el cuarto sector con mayor influencia en el SP500, un 10,6%, pero que debido a los niveles a los que cotiza tiene un gran impacto.
Pero no, no es únicamente culpa de estos dos sectores puesto que 9 de los 11 sectores que forman el SP500 cotizan por encima de su media histórica. Esto no es algo aislado, sino la tónica general del mercado.
¿Qué podría pasar?
Ante la valoración general del mercado y la situación actual de las finanzas estadounidenses, con una FED que acumula pérdidas de más de 100.000 millones de dólares y un déficit fiscal esperado para 2023 de más del 4% para el Tesoro americano, nos queda un panorama macro complicado.
En este contexto de tipos altos e inflación aún fuera de control, los inversores deberían evitar las empresas cíclicas, como las de consumo discrecional, ya que podrían ver como sus costes se incrementan con fuerza mientras los consumidores comienzan a centrar su consumo en bienes indispensables, y no en ropa, viajes o coches. No es que estos productos ya no se demanden jamás, sino que se podría postergar el consumo, lo que hace que la valoración sería aún mayor a lo que estamos viendo.
Aquí tenemos ejemplos como McDonald’s, que cotiza a 25 veces beneficios o Nike y Starbucks a casi 30 veces. La calidad hay que pagarla, pero hay que tener cuidado con cuánto se paga. Las tecnológicas con múltiplos disparados estilo Nvidia, a más de 100 veces beneficios y cotizando ya a más de un trillion, o incluso algunas sin beneficios, son empresas que hay que evitar, puesto que cualquier atisbo de reducción del crecimiento hará que el precio caiga en picado.
Análisis realizado por los analistas de XTB