Análisis de las tres mayores empresas españolas, Inditex, Santander e Iberdrola.
Como cada año cuando llega el 12 de octubre, los españoles se preparan para celebrar el Día de la Hispanidad, que conmemora el descubrimiento de América en 1492. Este evento, que supuso lo que muchos llaman el “encuentro entre dos mundos”, ayudó a difundir tanto nuestra lengua como nuestra cultura al otro lado del Atlántico. Muchas empresas españolas han aprovechado esta ventaja para impulsar sus negocios internacionalmente. Con motivo de esta Fiesta Nacional, vamos a analizar las tres compañías más representativas a nivel mundial.
Inditex
Es la empresa más valiosa de España y la octava a nivel europeo, con una capitalización bursátil superior a los 100.000 millones de euros. Después de Louis Vuitton y Nike, es el grupo textil más grande del mundo. La clave de su éxito se encuentra en su sistema de logística, ya que le permite diseñar una prenda, fabricarla y ponerla a la venta en cualquiera de sus más de 5.500 tiendas en todo el mundo en cuestión de días. Este sistema de distribución le permite hacer hasta 20 temporadas diferentes en un solo año, pudiendo ajustarse más rápido que sus competidores a las nuevas tendencias.
El año pasado cayó a mínimos de las dos últimas décadas arrastrada por el cambio en la presidencia, la subida de las materias primas, los problemas en las cadenas de suministro y el cierre de sus tiendas en Rusia. Pero durante los últimos meses ha logrado recomponerse hasta presentar los mejores resultados de su historia, lo que le ha llevado a subir más de un 40% en el acumulado del año. A pesar del temor a una nueva desaceleración económica y la posibilidad de un contracción del consumo, ha cerrado el primer semestre del año con unos ingresos récord de 16.851 millones de euros y un beneficio neto de 2.513 millones.
La compañía gallega ha demostrado la capacidad de poder trasladar la subida de los costes en el precio final de las prendas sin sufrir un deterioro en sus ventas. La pandemia le ha ayudado a impulsar su canal online y ahora tiene la estrategia de reducir tiendas físicas y centrarse en las que estén en las ubicaciones que sean más grandes y eficientes. También está desarrollando una nueva tecnología para impulsar su productividad, una nueva etiqueta electrónica que ayude a acelerar el tiempo de espera en las cajas y a frenar el aumento de robos en el sector. La resiliencia demostrada en el último año la ha convertido en una de las acciones favoritas de los inversores españoles.
Iberdrola
La compañía energética es la segunda más grande en España después de Inditex, con una valoración superior a los 65.000 millones de euros. Es el mayor productor de energía eólica de Europa, pero el actual escenario de tipos altos ha modificado su plan estratégico, su objetivo para 2025 es vender 4.900 millones en activos y otros 2.600 millones en participaciones minoritarias con el objetivo de reducir el coste de capital y el endeudamiento.
La progresiva subida de los tipos de interés y el encarecimiento de las materias primas ha frenado la inversión en nuevas infraestructuras de energías renovables. La compañía con sede en Bilbao ha logrado anteponerse a esta situación para centrarse en la ampliación y fortalecimiento de las redes eléctricas con el objetivo de llevar más energía renovable hacia el sistema e intentar que las industrias se puedan electrificar. Durante los próximos tres años ha asignado 27.000 millones a ese objetivo, lo que supone el 50% de las inversiones previstas para este periodo.
El precio de la acción viene de acercarse a máximos históricos durante el pasado mes de julio, aunque en las últimas semanas se ha visto afectada por la subida de los intereses de los bonos. Muchos inversores invierten en compañías energéticas por el dividendo y la estabilidad que tienen en sus resultados, ya que tienen unas barreras de entrada muy altas. Iberdrola acumula unos beneficios de 7.600 millones de euros durante el primer semestre del año y ha demostrado ser uno de los valores más sólidos de la bolsa española ante la incertidumbre.
Santander
Es el mayor banco español, con una capitalización de 58.000 millones de euros y el segundo a nivel europeo después de BNP Paribas. El sector bancario ha sido uno de los mayores beneficiados de la progresiva subida de los tipos de interés, lo que le ha permitido subir cerca de un 30% este año impulsado por el incremento en el margen de intereses. Durante este primer semestre de año logró un beneficio récord de 5.241 millones de euros y España se convirtió en su mercado más rentable, ya que es donde menos está remunerando la rentabilidad de los depósitos.
Aunque los recientes resultados invitan al optimismo, existe el temor de que este escenario de subidas de tipos y alta inflación acabe erosionando el consumo y la inversión de tal forma que frene la demanda de crédito. El actual proceso de desaceleración económica podría aumentar la tasa de morosidad, lo que obligaría a los bancos a dotar unas mayores provisiones. Mientras que se espera que ajuste el interés que ofrece por los depósitos a las condiciones actuales, lo que también reduciría su rentabilidad.
Aunque el fuerte aumento en sus beneficios también ha servido para dar más valor al accionista. El Santander anunció que destinará el 50% de sus beneficios a incrementar el dividendo que reparte entre sus accionistas, mientras que recomprará acciones por un valor de hasta 1.310 millones de euros. Ahora la estrategia a corto plazo pasa adaptarse a su nueva estructura de gestión dividida en cinco unidades (comercial, consumo digital, pagos, patrimonial y seguros) y aumentar la rentabilidad sobre el capital hasta un 17% en 2025.
Este año ha logrado recuperar los niveles previos a la pandemia y en los últimos meses ha estado cerca de volver a superar los 4 euros por acción por primera vez desde 2019.
Análisis realizado por los analistas de XTB