El Dólar mantiene una marcada fortaleza en todos los frentes, alcanzando nuevos máximos de varios meses ante las monedas principales. A la vez, se aceleró la caída de la bolsa de Nueva York, donde los operadores ven con preocupación que la Fed pueda seguir aumentando la tasa de interés en los próximos tiempos. La conclusión luce un tanto apresurada. Es ampliamente sabido que si el banco central no aumentó en septiembre es por temor a generar una crisis en la economía, que por ahora viene esquivando, y no hay motivos para pensar en un cambio de actitud en el corto plazo. Para 2024 faltan más de 3 meses.
De todas formas, llama la atención el poderío del billete, teniendo en cuenta que hace menos de 3 meses alcanzó un mínimo anual ante el Euro y la Libra esterlina. El rango de precios en que se mueven ambas monedas es relativamente estrecho, y de un panorama alcista de las mismas pasamos a un escenario en dirección contraria, por ahora sin un suelo claro. El Yen, en cambio, no logra estabilizarse, un poco por la laxa política monetaria del Banco de Japón (esto le costó caro al mundo en general cuando lo hizo la Fed hasta noviembre de 2021) y otro poco por los altos rendimientos de los bonos del Tesoro, las estrellas de los mercados en estos momentos. Estos activos pagan su mejor rendimiento en 15 años, ante una Fed que busca deshacerse de ellos para absorber liquidez.
La pregunta es hasta cuando puede extenderse la tendencia alcista del Dólar. Desde un punto de vista técnico, creemos que el Oro puede ser una buena guía. A mediados de marzo pasado, la onza dejó un gap en 1867 dólares, que no ha sido cubierto. El metal precioso roza nuevamente los 1900 dólares, nivel que quebró pocas semanas atrás, para detener su caída en 1890 dólares. Su estampida inmediata fue más que extraña, pero no la caída actual.
La cobertura del gap mencionado puede significar el final del ciclo alcista del Dólar, como significó el final de su ciclo bajista la cobertura del gap del par EUR/USD en 1.1275, nivel que había dejado sin cubrir desde fines de febrero de 2022. Este tipo de detalles, que no suelen aparecer en los reportes, pueden ser decisivos en la operatoria, y conviene tomarlos en cuenta.
No está claro que niveles pueden tener las monedas cuando esto ocurra, aunque el Euro podría buscar 1.0460, y la Libra 1.2000. El Yen, en tanto, puede rozar 152.00, nivel que ya buscó el año pasado.
Como efeméride, conviene revisar lo sucedido el 26 de septiembre de 2022. Ese día, la Libra esterlina sufrió un golpe de mercado, aunque más que la moneda, el mismo fue dirigido a Liz Truss, entonces Primera Ministra británica, que renunció pocas horas después de este hecho. La llegada a 1.0305 de la Libra fue en su hora muy significativa, dado que ocurrió en menos de 5 minutos, para recuperar más de 1000 puntos en dos horas. El Euro siguió el camino de la libra llegando a 0.9530, y el Yen al mencionado 152.00. Este tipo de maniobras no es normal encontrarlo, pero suceden. El mínimo histórico de la Libra de ese día superó por amplio margen a 1.1410 que había tocado en una perdida sesión asiática de octubre de 2016, posterior al Brexit. Los llamados “flash crash”, supuestos accidentes de operadores que manejan centenares de millones y aprietan mal una tecla, son descriptos como un detalle más de un día determinado, pero son mucho más que eso. De allí la importancia de no extender las posiciones durante mucho tiempo. Nunca se sabe cuando habrá un “flash crash”, pero suelen aparecer en tendencias como las actuales.
Este miércoles, las órdenes de bienes durables tendrán la atención de los mercados en el inicio de la sesión americana. Cualquiera sea su resultado, el Dólar no sufrirá daño alguno.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Trader College