Tras un éxito inicial, la OPV de Instacart resultó ser una relativa decepción. El día de su debut en el Nasdaq, las acciones se dispararon un 40%, pero al día siguiente revirtieron esas ganancias.
Uno de los principales retos a los que se enfrenta esta empresa emergente unicornio con sede en San Francisco es la feroz competencia en el sector de la distribución de comestibles, de márgenes reducidos. La empresa se enfrenta a rivales como DoorDash y Uber, que ofrecen servicios de reparto de comida.
Además, se enfrenta a otros servicios de reparto que operan con modelos distintos, incluidos proveedores de kits de comida como Blue Apron y servicios de catering como Postmates. Este panorama altamente competitivo ha hecho que sea cada vez más difícil que Instacart mantenga su cuota de mercado, un factor que se refleja claramente en su valoración.
¿Una oportunidad de compra?
La valoración de Instacart en la OPV de aproximadamente 10.000 millones de dólares es casi cuatro veces inferior a su valoración máxima de 39.000 millones de dólares registrada durante el cenit de la pandemia del Covid-19 en 2020. La considerable caída del valor de la empresa puede atribuirse a varios factores, incluida la probabilidad de que la valoración de 39.000 millones de dólares en 2020 estuviera inflada debido a las circunstancias extraordinarias de la pandemia. Durante ese periodo, se produjo un aumento de la demanda de reparto de comida a domicilio, ya que los consumidores buscaban alternativas a la compra en la tienda, una tendencia que ha decaído desde entonces.
Numerosos analistas han expresado su preocupación en torno a la capacidad de la empresa para mantener el crecimiento ante la intensificación de la competencia. Por ejemplo, Needham emitió una calificación neutral sobre las acciones de Instacart, citando preocupaciones en torno al aumento de la competencia y una posible desaceleración del crecimiento de las ventas de alimentos online. Gene Munster, socio gerente de Deepwater Asset Management, también ha expresado su escepticismo sobre las perspectivas de crecimiento de Instacart, especialmente cuando se yuxtapone con empresas como Uber.
Para evaluar exhaustivamente el potencial de inversión de Instacart, es imprescindible comprender sus diversas fuentes de ingresos:
- Gastos de entrega: Instacart cobra cuotas de entrega a los clientes por los pedidos y recogida de comida, y la estructura de las cuotas depende de varios factores, como el valor del pedido o la velocidad de entrega.
- Servicios de suscripción: Instacart ofrece servicios de suscripción con alternativas de precios anuales o mensuales. Los suscriptores disfrutan de una serie de ventajas, como la exención de los gastos de entrega y la reducción de las cuotas de servicio, lo que fomenta la fidelidad de los clientes.
- Ingresos por publicidad: Instacart genera ingresos a través de la publicidad dirigida a los usuarios activos mensuales de su plataforma. En 2022, los ingresos por publicidad alcanzaron los 740 millones de dólares, lo que constituyó el 29% de los ingresos totales de la empresa.
- Asociaciones con minoristas: Instacart colabora con más de 1.400 minoristas, que abarcan grandes marcas como Kroger, Costco y Albertsons, cubriendo de manera efectiva el 85% del mercado de comestibles de Estados Unidos. Estas asociaciones permiten a los minoristas llegar de forma eficiente a los clientes a través de la plataforma de Instacart.
Resultados financieros de Instacart
Evaluar el rendimiento financiero de Instacart también es de vital importancia:
Según la presentación pre-OPV S-1 de Instacart, la compañía reportó un beneficio neto de 428 millones de dólares en 2022, un cambio considerable frente a la pérdida de 74 millones de dólares registrada en 2021.
Fuente: InvestingPro
La compañía también ha informado de un aumento del 39% de los ingresos, generando 2.550 millones de dólares en 2022.
Fuente: InvestingPro
Ciertamente, Instacart subrayó su dedicación al crecimiento rentable en su folleto informativo de oferta pública de venta, registrando múltiples trimestres de rentabilidad antes de la salida a bolsa. La pregunta que persiste, sin embargo, es si esto puede perdurar a largo plazo, dados los retos imperantes.
Conclusión
Aunque la OPV de Instacart ha captado el interés de los inversores, su rendimiento durante sus dos primeros días en bolsa ha sido, por decirlo suavemente, desigual.
Además, aunque la empresa ha mostrado rentabilidad y crecimiento en los últimos trimestres, su valoración ha descendido notablemente desde los máximos registrados durante la pandemia de 2020. Además, Instacart se enfrenta a un entorno competitivo cada vez más intenso, al cambio en las preferencias de los consumidores y a retos inherentes al sector de la alimentación.
En consecuencia, es aconsejable que los inversores actúen con prudencia y se abstengan de participar activamente en las acciones de esta empresa por el momento.
David Wagner/Investing.com
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