Esta semana se conocerán los anuncios de política monetaria de la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón. Los eventos revisten especial importancia en momentos en que estas entidades están definiendo sus próximos pasos, con realidades distintas en sus respectivas economías, y con expectativas diversas en los mercados.
La Fed debate en estos días si deja sin cambios su tasa de interés, tal como lo indica el consenso de analistas, y también si mantiene abierta una puerta para aumentarla en sus próximas reuniones, si fuera necesario. Así lo expresó el presidente Powell en Jackson Hole, haciendo crecer fuerte al Dólar desde entonces.
El Banco de Inglaterra podría aumentar la tasa el jueves, aún cuando la economía no atraviesa su mejor momento, y cuando la inflación obliga a seguir ajustando la política monetaria. Sin embargo, se espera que sea el último aumento de este ciclo iniciado a fines de 2021, y que incluyó, hace casi un año, una caída histórica de la Libra esterlina a mínimos cercanos a la paridad.
Respecto al Banco de Japón, mantendrá sin cambios su tasa de interés negativa, pero en los últimos tiempos hay algunos indicios de que algo podría cambiar próximamente. Además de los rumores permanentes de intervención en el tipo de cambio del par USD/JPY cada vez que el precio se acerca a 150.00, el gobernador Ueda dijo el fin de semana pasado que lentamente el BoJ podría normalizar su política monetaria, dando lugar a una recuperación moderada del Yen. La misma quedó sin efecto sobre el cierre del viernes, cuando la moneda nipona cayó a nuevos mínimos anuales cercanos a 148.00.
A estos anuncios se agregan los datos de manufacturas y servicios tanto en Reino Unido, como en la Eurozona, Alemania y Estados Unidos, previstos para el viernes. De manera que el cierre semanal será sumamente agitado, en momentos en que los temores por una recesión global arrecian, y las cifras a conocerse pueden tener un especial impacto en las monedas líderes.
El Dólar inicia esta semana con mucha fuerza. El Euro y la Libra esterlina no dejan de tocar mínimos de varios meses en estos días, pese a la ligera recuperación que experimentaron el viernes. La especulación por los discursos de los bancos centrales pesa sobre los pares del Dólar, aunque en verdad estos movimientos lucen muy especulativos, sin datos que lo ameriten. Es verdad que las cifras de inflación, tanto minorista como mayorista, y las ventas minoristas de agosto han arrojado guarismos por encima de lo esperado, aunque la Fed no parece conmoverse con estos datos.
Del lado del Euro, el alza de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo del jueves pasado tuvo un efecto contrario al esperable. La moneda única, tal como viene sucediendo en los últimos tiempos, reacciona en sentido contrario a los anuncios, con la excusa de que los aumentos de tasa podrían terminar en cualquier momento. Ese argumento se repite con todos los bancos centrales desde hace casi dos años, a razón de 14 o 15 oportunidades por banco. En total, unas 100 veces que las monedas, con pocas excepciones, reaccionan en contra de los anuncios.
En cuanto a la Libra esterlina, su caída no tiene demasiado para explicar desde lo fundamental. Técnicamente, el par GBP/USD se mueve en torno a una figura de hombro cabeza hombro medida en el gráfico diario, cuyo objetivo está cercano. Los datos de inflación de Reino Unido, esperados para el martes a primera hora, podrían impactar sobre la moneda.
Comenzamos entonces una semana clave, que puede definir el destino del dólar y, por supuesto, de las monedas principales, para los próximos meses.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.