El viernes pasado advertíamos de que el oro al contado, que algunos inversores tienden a seguir más de cerca que los futuros de oro, podría caer por debajo de los 1.915 dólares por onza o superar los 1.930 dólares.
Razonábamos que esto se debía al capcioso informe de empleo de Estados Unidos de agosto que situaba al metal precioso en un punto de inflexión mientras que el dólar se sentaba firmemente en el asiento del conductor
Apenas dos jornadas después, el lingote, que determina el precio al contado del metal precioso, cayó el martes hasta registrar mínimos intradía de 1.907,15 dólares, mientras el dólar prolongaba su escalada desde principios de julio.
En nuestro análisis técnico, esto hace que el oro al contado pueda llegar a situarse por debajo de 1.900 dólares. Esto es especialmente cierto si la última lectura de la inflación de Estados Unidos —según el índice de precios al consumo, o IPC, de agosto que se publica hoy— resulta favorecer al dólar de nuevo.
La inflación y la Fed
En junio de 2022, el IPC registraba máximos de cuatro décadas, por encima del 9% anual, debido a los billones de dólares de gasto federal en ayudas tras el brote de coronavirus de 2020.
La Fed respondió con sus subidas de tipos más agresivas de los últimos 20 años, pasando de un tipo básico de sólo el 0,25% en marzo de 2022 al 5,5%. Las medidas de la Fed hicieron descender la inflación hasta el 3,0% anual en junio de este año. Es a partir de este punto cuando aparecen las presiones sobre los precios.
Aunque el gasto relacionado con la pandemia ya ha quedado atrás y el IPC se ha estabilizado en torno al 3% anual ahora, un mercado laboral robusto ha permitido a los estadounidenses seguir gastando, impidiendo que la Fed alcance su objetivo de inflación.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha calificado el reequilibrio del mercado laboral de «incompleto». Powell ha subrayado que conseguir que la inflación vuelva al objetivo del 2% del banco central requerirá «cierta relajación de las condiciones del mercado laboral».
Powell ha dejado claro que los tipos de Estados Unidos seguirán la presión inflacionista.
«Estamos listos para subir más los tipos si es necesario, y tenemos la intención de mantener la política monetaria en un nivel restrictivo hasta que estemos seguros de que la inflación se está moviendo de forma sostenible hacia nuestro objetivo», explica Powell.
La mayoría de los operadores del mercado monetario creen que la Reserva Federal mantendrá los tipos de interés de referencia anclados en el 5,5% en su reunión del 20 de septiembre. Pero algunos creen que el banco central optará por una subida de 0,25 puntos porcentuales en su reunión de política monetaria de noviembre o incluso en diciembre.
Lo que podría deparar la última lectura del IPC
En el momento de redactar estas líneas, antes de la publicación de los datos de este miércoles a las 14:30 horas (CET), se esperaba que el IPC de Estados Unidos de agosto mostrara un crecimiento anual del 3,6% frente al 3,2% de julio.
Como ya se ha mencionado, la inflación general ha ido en aumento desde los mínimos del 3% anual registrados en junio. Si las previsiones son correctas, habrá subido un 0,6% en sólo dos meses.
Sin duda, no son buenas noticias para nadie salvo probablemente para el índice dólar, que probablemente recuperaría el elevado nivel de 105 frente a los 104 niveles actuales, todo por las expectativas de lo que la Reserva Federal podría hacer con los tipos de interés para atemperar de nuevo la creciente inflación.
Es casi seguro que el oro sufriría las consecuencias de una subida importante del dólar.
Pero tampoco es probable que la historia de la inflación sea tan mala. Todo apunta a que el IPC subyacente del que se excluyen los volátiles precios de los alimentos y los carburantes, habrá subido un 4,3% interanual en agosto, una subida menor que la del 4,7% de julio.
Si bien esto puede ser una buena noticia para los observadores económicos, los inversores tienden a reaccionar ante las partes del IPC que provocan «sobresaltos» y, en este caso, es probable que la cifra principal del IPC reciba más atención que la lectura subyacente. Además, una de las razones de la gran diferencia entre ambas es la subida registrada hasta agosto de los precios del combustible en Estados Unidos, concretamente de la gasolina.
Los economistas de Bank of America prevén que la subida del 5,9% de los precios de la energía el mes pasado impulsará un incremento global del 0,6%. Los datos de la Asociación Americana del Automóvil indican que los precios al por menor de la gasolina subieron un 6,6% intermensual en agosto.
El encarecimiento de la gasolina se suma a la subida de más del 20% registrada sólo en este trimestre del precio del barril de referencia mundial, el petróleo crudo Brent, que el martes registraba máximos de más de 92 dólares por barril en 2023, debido al bloqueo del suministro por parte de saudíes y rusos.
Previsiones: Dólar y oro al contado
Escenario 1: El dólar más fuerte/El oro más débil
Si el IPC sube según las expectativas, el dólar debería reaccionar positivamente. El índice dólar podría superar los 104,50 puntos, ya que la subida tendría como objetivo rellenar la brecha en 105. El fortalecimiento del dólar es básicamente malo para el oro.
El fortalecimiento del dólar es muy negativo para el oro.
Este escenario puede llevar al oro a alcanzar el nivel de soporte inmediato de la MME, o media móvil exponencial, de 50 semanas de 1.899 dólares.
Si la venta de oro al contado se amplía por debajo de los 1.899 dólares, el siguiente nivel de soporte horizontal de 1.885 dólares entraría en el radar de los bajistas.
El mayor potencial bajista se observa en la Banda Mensual Media de Bollinger de 1.858 dólares.
Escenario 2: El dólar más débil/El oro más fuerte
Un IPC por debajo de lo previsto sería bajista para el dólar y favorable para el oro.
En tal caso, el índice dólar puede retroceder hacia la Banda de Bollinger media diaria de 103,98.
La caída del índice dólar hasta 103,98 impulsaría el oro al contado hacia su nivel de resistencia inmediato, que es la banda media de Bollinger diaria de 1,918 dólares, seguida de la MMS, o media móvil simple, de 200 días de 1,921 dólares.
El principal reto para los alcistas del oro sería reconquistar la MME de 50 días de 1.928 dólares, que es un punto de inflexión para el impulso.
El nivel de resistencia principal se encuentra en la banda media de Bollinger semanal descendente de 1.944 dólares, seguida de la MMS de 100 días de 1.948 dólares.
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Barani Krishnan/Investing.com
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