Cuando a las 8:30 del este de este martes se conozcan los datos de inflación de mayo, comenzará a quedar algo más claro el panorama de cual será la decisión que tomará la Reserva Federal el miércoles en materia de tipos de interés.
Como es habitual, la incógnita está en la medición subyacente, que excluye alimentos y energía, las dos variables más volátiles de la economía. Y en tal sentido, no se esperan cambios importantes. En términos interanuales, el costo de vida podría mantenerse apenas por debajo de el de abril, que fue del 5.5%, para descender al 5.4%. En tanto, la medición que incluye todos los ítems de la economía sí sufriría una baja relevante, al 4.1% desde el 4.9% de abril. Esta baja obedecerá, si se produce, al descenso abrupto del costo del petróleo y el gas. Dicho sea de paso, el petróleo se desplomó el lunes, y se acerca a mínimos del año (estos se ubican en los 63 dólares en los futuros del WTI).
Las interpretaciones que pueden surgir de estos datos son variadas. Los mercados suelen reaccionar en forma encontrada, con movimientos bruscos y erráticos durante varias horas. Estos se aceleran, y cambian repentinamente de rumbo, una media hora después de iniciada la sesión americana, alrededor de las 14:00 GMT. Para tener en cuenta.
Una baja muy sustancial de la inflación no dejará dudas: la Fed se tomará la esperada pausa que se le reclama, después de aumentar una decena de veces la tasa, cuatro de ellas en un 0.75% en forma consecutiva, en su combate contra la inflación.
Si la inflación cae moderadamente surgirán las dudas de siempre. La Fed podría tomarse una pausa, claro, pero dejando las puertas abiertas para seguir con sus aumentos en julio. Sería difícil escuchar otra cosa de parte del presidente Powell, que cambió su discurso moderado de sus primeros años de mandato. Tampoco quedan vestigios de los tipos de interés “extraordinariamente bajos por un tiempo prolongado” que justificaba la Sra. Yellen en su tiempo.
Si la inflación se mantiene sin cambios, o crece respecto a las mediciones anteriores, el Dólar no tendrá techo. Esta última posibilidad no aparece con muchas chances.
La moneda norteamericana se fortaleció en forma despareja en las últimas semanas, en una muestra de que su hegemonía no goza de gran salud en estos meses, y de que se vienen cambios importantes por parte del banco central.
El Euro, que alcanzó su máximo de más de un año hace poco más de un mes, cayó fuerte a 1.0635 en su mínimo de varios meses, para estabilizarse en estos días apenas por debajo de 1.0800. La moneda única necesita un impulso adicional, que bien podría ser una baja importante en la inflación de Estados Unidos y un alza de tipos del Banco Central Europeo para retomar la iniciativa, y dirigirse a 1.0900 sin dificultades.
La Libra esterlina, en tanto, se mantuvo durante mayo y lo que va de junio sin grandes cambios. Técnicamente tiene una fuerte resistencia en 1.2600, que por ahora es incapaz de superar. La línea de tendencia bajista proveniente de los máximos de 2021 es por el momento poco vulnerable, y al igual que el Euro, solo podría pasarla con una inflación muy baja en Estados Unidos, que anestesie sin más los impulsos alcistas de la Fed.
El Yen, en cambio, no tiene paz. El carry trade entre la moneda nipona y las monedas europeas y otras asiáticas de alto rendimiento es, por el momento, un gran negocio. Hasta el día que deja de serlo. Y esto puede suceder cuando los rendimientos de los bonos del Tesoro caigan, algo que a su vez depende de lo que haga la Fed con los papeles que tiene en cartera. Si deja de desprenderse de ellos para moderar su política monetaria, los rendimientos de los bonos a 2 años podrían descender al 3.5% y más abajo aún, y llevar al yen a la zona de 133.00 en pocos días. Claro que el Banco de Japón no ve este movimiento con mucho convencimiento, y disfruta de una moneda hiper devaluada por motivos externos. Y con el argumento de que la inflación en su país está en el máximo de 30 años, pero no supera los límites tolerables del 2% en forma decisiva, mantiene su política ultra laxa hasta que no pueda sostenerla.
Como se ve, un complejo panorama que se dilucidará a partir de estas horas.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.