Después de que el martes a primera hora el Banco de la Reserva de Australia aumentara su tasa de interés en una medida inesperada, el miércoles el Banco de Canadá hizo lo propio, llevando los tipos al 4.75%, algo que tampoco era esperado por los mercados.
Lo llamativo de estos aumentos es que llegaron después de varias reuniones sin cambios en la tasa, lo cual demuestra que los bancos centrales están dispuestos a dar batalla contra la inflación, dejando de lado los posibles -y ya algo visibles- efectos negativos sobre la economía.
En el caso del BoC, este 4.75% lleva a los tipos de interés a su nivel más alto desde marzo de 2001, en una época en la que la Fed lideraba este tipo de movimientos, con una alta inflación.
Los anuncios mencionados no condicionan a la Fed, por supuesto, pero sabiendo que los bancos centrales guardan una estrecha relación entre sí, no sería sorpresivo que se trate de un anticipo de lo que prepara el Sr. Powell y el FOMC para el próximo miércoles.
Es verdad que el efecto de un aumento de tipos por parte de la Fed es un cimbronazo a nivel global, y no se limita a afectar la economía local, como puede suceder en Australia y Canadá. Cuando la Fed actúa en este sentido, es el Dólar el que se mueve, y las demás monedas poco tienen por hacer. De hecho, el Dólar canadiense cedió sus modestas ganancias posteriores al aumento de tipos del BoC ante un nuevo rally del Dólar.
Por otra parte, los aumentos de tipos de la Fed, y su política restrictiva general han causado una crisis bancaria que es el principal contrapeso que tiene Powell a la hora de decidir. La inflación está lejos de sus máximos, pero también lejos de llegar a los niveles deseados, entre el 2 y 2.5%. También lo estaban cuando el propio Powell afirmaba, muy despreocupado, que la inflación se trataba de un fenómeno transitorio, a mediados de 2021, justificando los planes de estímulo que son los mismos causantes de la inflación de hoy.
El Dólar se mueve al compás de los rumores, versiones y suposiciones de los mercados. Este miércoles volvió a crecer ante las monedas principales, acentuando su ataque ante el Yen y la onza de Oro, dos activos que caen rotundamente ante el crecimiento de los rendimientos de los bonos del Tesoro. Estos últimos se ubican, en la sesión asiática del jueves, en el 4.54% (bonos a 2 años) y no dan muestras de ceder en los gráficos diarios, sino todo lo contrario. Y tiene que ver justamente con la presunción de que la Fed se desprenderá de los bonos que comprara oportunamente.
Este jueves, las peticiones semanales de subsidio por desempleo serán protagonistas a las 8:30 del este. Otros datos, más temprano, pueden mover al euro, aunque los informes del viejo continente están impactando cada día menos en la moneda única.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
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