Como estaba previsto, la Reserva Federal aumentó la tasa de interés en un 0.25%, llevando la misma al 5.25%, un nivel que no tenía desde 2007. El comunicado anexo dejó entrever que no habrá nuevos aumentos si no son imprescindibles, en medio de una crisis bancaria que por momentos parece superada, y por momentos recrudece con fuerza.
El presidente Powell se mostró cauto en la conferencia de prensa posterior, aunque dejó abierta la posibilidad de que no haya más incrementos de tipos durante un largo tiempo. No pudo confirmar tal chance, algo obvio, dado que los mercados darían por sentado que lo que viene es un recorte de tasa en los próximos meses, algo que todavía no se ha discutido.
Sin embargo, parece cosa juzgada que la tasa ha llegado a un techo que la propia Fed había previsto meses atrás, en su combate continuo contra la inflación. Y si la tasa no sube, pues será momento de comenzar con los recortes y dejar de lado la política actual, que si bien surtió algún efecto, todavía está lejos de estabilizar los precios a largo plazo. La inflación se mantiene por encima del 5% en términos interanuales.
Como una suerte de loop que muestra claramente la falta de reacción del banco central, la tasa actual es similar a la que la economía estadounidense tenía cuando entró en recesión en 2007. Esta fue la antesala de la crisis de 2008, que estalló con la caída de Lehman Brothers en septiembre de ese año.
La situación es distinta. Esta vez la fiesta de liquidez terminó hace tiempo, pero la inflación se mantiene alta ante un consumo que no cae demasiado, y una tasa de desempleo debajo del 4%, considerada “pleno empleo” por la Fed.
El Dólar cede posiciones después de este anuncio, algo previsible aunque no definitivo. El euro roza 1.1100, nivel que ya buscó varias semanas atrás sin poder superarlo. Esta vez esta posibilidad luce más tangible, y de este modo la moneda única retomaría una tendencia alcista que parecía difícil de esperar pocos meses atrás.
La libra esterlina continúa su recuperación, y si el euro logra superar 1.1100 la moneda británica podría seguir sus pasos, apuntando a 1.2800.
Por su parte, el Yen se ve fuertemente recuperado ante la caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro, situación que se venía dando desde el martes y que terminó por acelerarse apenas conocidos los anuncios de la Fed.
La sorpresa del día la dio la onza de Oro, con un nuevo y fresco máximo histórico, que superó, al menos hasta el momento de este informe, en 4 dólares el máximo de agosto de 2020, para estacionar en 2079 dólares. El metal precioso apuró su rally con los anuncios de la Fed, y tiene ahora en la zona de 2100 dólares su próximo objetivo alcista.
El anuncio de política monetaria del Banco Central Europeo es la nota más importante de este jueves. El BCE podría aumentar nuevamente su tasa de interés, que quedaría en el 3.75%. De este modo la entidad que lidera Christine Lagarde cumplirá con 7 aumentos consecutivos, algo nunca visto en la corta vida del BCE, y recortaría en buena parte la brecha con la tasa de la Fed, posicionando en muy buena forma al euro.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
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