Hoy analizamos a la petroquímica española más reconocible en el panorama internacional, Repsol, y que se ve afectada positivamente por la reciente al alza del petróleo, tras la decisión de la OPEP de recortar su producción de más de 1 millón de barriles de crudo al día, ante los temores por una posible recesión con su consiguiente freno en el consumo.
Además la debilidad del dólar de las últimas semanas, tras descontarse un parón en las subidas de tasas por parte de la FED tras la crisis del sector bancario de principios de Marzo, puede jugar a favor de su cotización. Otro de los factores positivos de la compañía es su alto dividendo, que permite compensar parte de la pérdida de poder adquisitivo de los inversores ante el aumento sostenido de la inflación.
Ya lo vimos durante los primeros meses tras el estallido de la guerra en Ucrania, la cotización de las materias primas se disparó al alza, y 2022 cerró con un año histórico para los beneficios del sector.
Resultados, situación y perspectivas de Repsol
Uno de los éxitos más destacables que extrae la petrolera en el 2022 es haber reducido su deuda de 5.762 millones en 2021 hasta los 2.256 millones que tiene actualmente, un descenso del 61% que la sitúan como una de los compañías de nuestro selectivo con mejor ratio de endeudamiento junto a las acereras.
Por otro lado, Repsol busca seguir potenciando su perfil de compañía multienergética del mismo modo que da pasos en su paulatina descarbonización y dependencia de los combustibles fósiles.
Su actualizado plan estratégico da un valor predominante a la producción de hidrógeno como fuente de energía renovable del futuro. Por ello presentó en enero el mayor consorcio de hidrógeno visto en España, segmento en el que pretende invertir más de 2.500 millones de euros hasta 2030.
En la presentación de resultados de 2022, el CEO Josu Jon Imaz confirmó que de los 5.000 millones de euros que se van a asignar a inversión orgánica en 2023 (plusmarca de la cotizada), el 35% irá destinado a proyectos bajos en carbono.
Por tanto, 1.750 millones de esta partida se dirigen a la sección renovable de su negocio. Este porcentaje contrasta en su comparativa con la porción de responsabilidad que tiene la rama renovable en el beneficio total de Repsol, el cual actualmente se queda en el 8%. Sólo 540 millones de los 6.661 de beneficios obtenidos por Repsol en 2022 llegaron de la división que integra el negocio de bajas emisiones.
Es por ello que aunque en estos momentos esta rama está lejos de aportar una cuota fundamental en los ingresos finales, Repsol apuesta de forma decidida porque esto cambie en los próximos años.
Análisis bursátil
Los títulos de Repsol (REP.MC) venían de chocar tres veces en las últimas 8 semanas con la fuerte resistencia de los 15,5 euros, la última ocasión el pasado 6 de Marzo. Desde entonces la volatilidad en los mercados ha aumentado y tras el desplome del día 13 se barría de un plumazo el soporte de los 14,5 euros..
Tras alcanzar sus mínimos anuales en el entorno de los 13 euros por acción, el valor de la petrolera ha ido en aúge al son de la recuperación de los mercados tras pasar de largo la crisis de confianza del sector bancario, lo cual le ha permitido mantenerse en una nueva tendencia de corto plazo de mínimos y máximos crecientes.
Según los últimos informes, el crudo podría cotizar en el corto plazo por encima de los 100 dólares barril, lo cual si tomamos una perspectiva histórcia reciente podemos ver que en Febrero y Abril del 2022 cuando también lo vimos cotizar en esos precios, la compañía obtuvo revaloriazaciones en el corto plazo muy atractivas.
El primer objetivo de recuperación lo situaríamos en los 14,5 euros, coincidente con el retroceso de Fibonacci del 23.6. Por el contrario, si perdiera la zona de los 13 euros podría irse hasta los 11,5 euros. Más abajo se abre un abismo que se hunde hasta los suelos establecidos en los 11 y en los 9,6 euros.
Análisis realizado por los analistas de XTB