Aún no sabemos si la subida de marzo ha sido la última, pero los mercados ya parecen darla por hecha.
No es de extrañar que muchas de las clases de activos que sufrieron un duro golpe en 2022 estén asomando poco a poco la cabeza. De entre todas ellas, hemos visto un repunte interesante en cuatro clases de activos:
- Bonos
- Futuros de oro/plata
- Bitcoin
- Acciones tecnológicas
Esto se debe a varias razones. En primer lugar, la famosa descorrelación de las acciones parece haber vuelto (afortunadamente) a los bonos. En tiempos de turbulencias, los inversores vuelven a los bonos, que se perciben como más seguros, especialmente ahora que el rendimiento es mayor.
Lo mismo ocurre con el oro y la plata (además, el primero se considera un refugio seguro). El hecho de que la Fed se haya ablandado y deje primero de subir los tipos para acabar bajándolos significa que el nuevo entorno de tipos más bajos reducirá las tasas de descuento utilizadas para determinar los precios actuales.
En consecuencia, unos tipos de descuento más bajos implican valores más elevados hoy en día, y ése es otro elemento que los mercados están empezando a valorar.
Otro elemento útil es que resulta más barato (por un argumento de coste de oportunidad) volver a las acciones a medida que los bonos suben de precio (y, por tanto, baja el rendimiento).
Por ejemplo, un inversor estadounidense que compró un bono de Tesoro a dos años que paga un 5% al año en lugar de acciones se plantearía volver cuando las acciones empiecen a subir.
No es de extrañar que toda esta clase de activos haya repuntado desde que estallara el caso SVB Financial Group. Lo mismo puede decirse del Bitcoin, que ha vuelto a superar el nivel de 28.000.
Por último, me gustaría recordarles que, a pesar de que los inversores siguen siendo negativos y siguen hablando de desplomes al estilo de 2008, el NASDAQ Composite ha subido un 12,7% desde principios de año. Lástima que nadie hable de ello.
Como siempre, la gente sigue leyendo las noticias en los periódicos (que tienen que vender ejemplares, y el miedo es la emoción más vendida) y mirando los mercados por el retrovisor, sufriendo el sesgo de la recencia (el año pasado fue negativo, así que el año que viene será negativo, todo es negativo).
Recuerde que sólo son distracciones.
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Descargo de responsabilidad: Este artículo se ha redactado únicamente con fines informativos; no constituye una solicitud, oferta, asesoramiento, consulta o recomendación para invertir y, como tal, no pretende inducir a la compra de ningún activo. Me gustaría recordarles que cualquier tipo de inversión se evalúa desde múltiples perspectivas y es altamente arriesgada y, por lo tanto, cualquier decisión de inversión y el riesgo asociado a la misma sigue corriendo por cuenta del inversor.
Francesco Casarella/Investing.com
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