Los bancos centrales luchan denodadamente para evitar una explosión del sistema bancario internacional como el de 2008 a través de medidas de inyección de liquidez de emergencia en el mismo. Por el momento, el “contagio” de la caída de varios bancos de Estados Unidos y de Credit Suisse en Suiza se mantuvo controlado, aunque la tensión se mantiene en los mercados.
Sin embargo, también reina cierto optimismo entre los operadores, a partir de estas medidas de los bancos centrales. Claro que detrás de esta visión aparece la posibilidad de que la Fed ponga en pausa su ciclo de aumentos de tipos de interés, algo que viene haciendo desde hace un año.
Precisamente, la reunión de política monetaria del banco central tendrá lugar desde este martes, finalizando el miércoles al mediodía. A posteriori, se conocerá el comunicado oficial de la entidad, sobre el cual hay varias incógnitas.
La primera de ellas es si efectivamente habrá aumentos de tipos de interés. Al respecto, todo indica que habrá un aumento del 0.25%, y que la Fed priorizará el problema actual con los bancos sobre la inflación, que finalmente en febrero dio algunos signos de baja, lejos de los niveles ideales por supuesto.
El segundo interrogante es el tono que utilizará el banco central para explicar la actual crisis. Sin dudas, la responsabilidad del presidente Powell y el Comité de Política Monetaria es casi absoluta, subestimando la inflación durante 2021 (la llamaba “fenómeno transitorio”), colocando 120 mil millones de dólares durante un tiempo excesivamente largo, y cambiando de política en 180 grados desde hace exactamente un año.
En este contexto, el euro se ubica por encima de 1.0700, sin cambios importantes en las últimas horas, y luego de un lunes que lo mostró con un tono claramente alcista. La libra esterlina acelera su recuperación, y llegó a 1.2380, para cotizar al momento a 1.2235. Ambas monedas lucen con un tono alcista de corto plazo, aunque han dado signos de sobrecompra en los gráficos intradiarios.
En cuanto al yen, cae en estos momentos luego de llegar a 130.55, para cotizar a 132.35 en estos momentos. La moneda nipona se muestra especialmente volátil en estos días, aunque mantiene un tono alcista de cara a las próximas horas.
Respecto a la onza de oro, cotiza a 1962.30 dólares, luego de superar transitoriamente los 2000 dólares el lunes a primera hora. La onza se ha convertido en un refugio seguro en las últimas sesiones, siguiendo la línea del yen, y ante la baja importante de los rendimientos de los bonos del Tesoro, que el lunes llegaron al 3.70% y cotizan actualmente al 4.07% (los de 2 años).
Los futuros de los índices bursátiles de Nueva York operan al alza, reflejando el optimismo mencionado. Sin embargo, no conviene confiar en estos movimientos en un momento como este.
Lo que viene es una sesión que se espera con relativa calma. Ya está en marcha la reunión de la Fed, y probablemente sea el miércoles a la tarde cuando se produzcan novedades de importancia. Justamente, allí se verá si el alza de las acciones es sustentable o se trata de una burbuja.