La primera jornada de la semana dejó como saldo una ligera baja del dólar en varios frentes, aunque con movimientos de muy bajo tenor, que en ningún caso logran cambiar la dirección alcista del billete.
La ausencia de indicadores macroeconómicos importantes determinó una recuperación del euro, la cual parece estar vinculada más a cuestiones técnicas que a informes determinados. El par EUR/USD había detenido su caída el viernes en 1.0535, que representa el 38.2% de retroceso del rally 0.9730/1.1025. Fibo no falla.
La libra esterlina se muestra más sólida que el euro en las primeras horas del martes. El precio quebró una línea de tendencia bajista, proveniente de los máximos del mes en 1.2269, lo cual posiciona a la moneda británica con un tono alcista para las próximas sesiones. Sin embargo, no logra escapar claramente a la zona de 1.2000, cotizando al momento a 1.2030.
El yen vuelve a caer con fuerza, y cotiza a 136.75 en la sesión europea, luego de la asunción del nuevo gobernador del Banco de Japón, Sr. Ueda. Los rendimientos de los bonos del Tesoro siguen creciendo, lo cual genera un desplome de la moneda nipona. Los bonos a 2 años tienen una tasa del 4.82%, cerca del 4.88% que tocaron en noviembre pasado, un récord que en su hora llevó al yen a su mínimo de 34 años en 152.00.
La onza de oro también se ve afectada por los rendimientos, y cotiza a 1807.40 dólares al momento, apuntando claramente a la baja. El próximo soporte a seguir se ubica en 1785 dólares, donde aparece el 38.2% de retroceso del alza 1615/1959 dólares. Allí puede ofrecer un rebote alcista de mediana intensidad.
El cierre del mes trae consigo un dato importante, como lo es el índice de confianza del consumidor del Conference Board. Se espera que el mismo se mantenga muy alto, lo cual significaría además una presión extra para la Fed en su política monetaria.
Termina el mes y, como se ve, el dólar ha sido un claro ganador. El eje sobre el cual se mueven los mercados vuelve a ser la política monetaria de la Fed, que se descuenta agresiva por un tiempo más largo del esperado. Los informes conocidos durante el mes no han dejado dudas: la economía está lejos de una recesión, que era el temor de todos. Los datos de empleo, de inflación, ventas minoristas, manufacturas, servicios y viviendas no muestran fisuras, y ello de alguna forma es auspicioso: pese a los 8 aumentos consecutivos de tasa de interés, los efectos han sido mínimos.
Y es que la cantidad de dinero emitido ha sido tan grande que ni siquiera el recorte del balance de la Fed, que es donde efectivamente podría residir una baja de actividad económica, ha tenido efecto importante.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.