Un panorama cambiante ofrecieron los mercados el jueves, con una baja del dólar que rápidamente fue revertida durante la sesión americana. El euro se acercó a 1.0800 a primera hora, como también la libra lo hizo a 1.2200. Sin embargo, la embestida del billete, que coincidió con un día más que opaco en la bolsa de Nueva York, dejó sin chances a las monedas europeas. El yen también perdió terreno, luego de una sesión anterior de recuperación.
En verdad no se han conocido datos relevantes en la víspera. Los mercados favorecen al dólar desde el viernes pasado, cuando los dichos del presidente de la Fed, Sr. Powell, de dos días antes, parecieron tomar sentido. El funcionario dejó en claro que habrá nuevos aumentos de tipos de interés, y el dato de empleos de enero fue determinante: el banco central deberá seguir con esos aumentos -en los que pocos creían- durante un buen tiempo.
La última sesión de la semana no parece traer cambios sustanciales consigo. El euro abre el horario asiático más cerca de 1.0700 que de 1.0800, y el quiebre de este soporte podría generar desplome aún mayor para la moneda única. Si bien desde el Banco Central Europeo respaldan varios aumentos de tipos de interés, cuando el dólar se fortalece de la forma en que lo hace -y con los fundamentos que generan dicho rally- es poco lo que puedan hacer los bancos centrales, o los informes que periódicamente se van publicando.
Lo mismo aplica para la libra esterlina, que tiene por delante el PBI mensualizado de Reino Unido. La libra se ha mantenido algo más firme que el euro en las últimas sesiones, lo cual provocó una caída importante del par EUR/GBP. Los pronósticos no son alentadores, y se espera un retroceso del 0.3% de la economía británica en diciembre (el dato se publica casi un mes y medio después de finalizado el período considerado). Si se cumplen los pronósticos, la libra podría retroceder nuevamente debajo de 1.2000, retrasando una recuperación que parecía muy firme pocos días atrás.
La onza de oro presenta un escenario similar. La formación de una bandera invertida de continuación de la tendencia bajista actual medida en el gráfico de 4 horas anticipa una caída fuerte del metal precioso en el corto plazo, con un destino cercano a los 1820 dólares. Una baja de este tenor a la vez puede estar adelantando un comportamiento alcista del dólar en varios frentes, toda vez que el oro se mueve a la par de las monedas europeas en los últimos tiempos, y estas presentan signos de debilidad.
El calendario semanal se cierra con el índice preliminar de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, a las 10:00 del este. Para entonces, la bolsa habrá iniciado su sesión, y poco efecto tendrá sobre las cotizaciones.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
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