El dólar ganó terreno el lunes en todos los frentes, acelerando su recuperación ante el euro, la libra esterlina y, sobre todo, frente al yen. La onza de oro también cayó en buena medida, cediendo casi 100 dólares desde sus máximos de la semana pasada, por encima de los 1950 dólares.
Sin dudas, los efectos del dato de empleos de enero conocido el viernes se mantiene en el tiempo. También lo hace el ISM de servicios, que creció muy por encima de lo esperado, llegando a 55 puntos. Respecto a los informes de empleo, batieron récords de varios meses, superando el medio de millón de puestos de trabajo el mes pasado, frente a los poco menos de 200 mil esperados.
El billete tendrá una prueba de su fortaleza a las 12:00 pm del este, cuando se presente el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en un evento en Washington. Es altamente probable que el funcionario confirme sus dichos del miércoles pasado, cuando afirmó que al banco central le queda un largo camino por recorrer antes de dominar la inflación. En otras palabras, Powell prometió seguir aumentando la tasa de interés, que ya se acerca al 5%. Muchos especulan con que los incrementos se frenarán al llegar al 5.5%, lo cual podría tener lugar antes del final del primer semestre.
Si Powell se muestra nuevamente enfático, para lo cual tiene nuevos y renovados motivos después de los informes de empleo mencionados, el dólar volverá a tomar fuerza en sus paridades principales.
El euro tendrá entonces un duro desafío, que es el de mantenerse por encima de 1.0700 primero, pero sobre todo por encima de 1.0610, nivel sobre el cual se mantendrá alcista en el mediano plazo. Si bien el Banco Central Europeo aumentó la tasa en un 0.5% el jueves pasado, y prometió seguir en esa línea en los próximos meses, la moneda única no pudo soportar la presión del dólar. Lo mismo aplica a la libra esterlina, que tiene en la zona de 1.1980 un fuerte soporte, debajo del cual perderá su frágil tendencia alcista de mediano plazo.
Por otra parte, en estas horas el Banco de la Reserva de Australia dará a conocer su anuncio de política monetaria. La expectativa es un aumento del 0.25%, que llevaría la tasa al 3.35%, aunque en las últimas horas creció la versión de que el RBA podría aumentar un 0.5%, algo que no suele hacer. El Aussie tiene una buena chance de mantener su tendencia alcista de corto plazo vigente ante un aumento mayor al esperado.
Respecto a la bolsa de Nueva York, la primera sesión de la semana no dejó demasiado para el análisis, con una ligera baja de los papeles principales. Las palabras de Powell de este mediodía podrían ser decisivas (y no muy positivas) para las acciones.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College