Un día de pocas variantes tuvimos el lunes en el mercado de divisas. El euro intentó, sin lograrlo, llegar a un nuevo máximo de 9 meses, para perder la cota de 1.0900 rápidamente durante la sesión americana. La libra esterlina siguió sus pasos, cayendo de 1.2400. El yen hizo lo propio, superando por lejos 130.00.
En este contexto, queda claro que lo que se apreció es el dólar. La moneda estadounidense sacó provecho de un clima bursátil algo pesimista desde el horario europeo. Ya los índices DAX 30 y FTSE 100 operaron con pérdidas moderadas, anticipando lo que fue una jornada negativa para los papeles principales en Wall Street.
Todo esto sucede cuando quedan horas para la primera decisión de política monetaria de la Fed de 2023. Las especulaciones acerca de un aumento del 0.25% se van disipando, y prácticamente es unánime el criterio de los analistas, que apuestan por este aumento mucho más moderado que los de 2022. Si esto finalmente sucede, no será del todo sorpresivo, dado que el presidente del banco central, Jerome Powell, fue enfático al afirmar que, si bien queda un largo camino por recorrer para bajar la inflación a los niveles normales y esperables, ya es hora de suavizar el camino que lleve a tal instancia.
Las monedas europeas tienen por delante un sendero difícil. El jueves, con diferencia de minutos, el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo darán a conocer sus respectivas políticas monetarias, con alzas de tipos de interés del 0.5% esperadas en cada caso.
Esto tampoco llamará la atención. Sí lo hará, en cambio, el discurso posterior de la titular del BCE, Christine Lagarde, y el comunicado del BoE, firmado por su titular, Andrew Bailey. Si sus discursos son muy pesimistas, poco favor le harán a sus respectivas monedas, que en las últimas semanas remontaron vuelo, ya muy lejos de sus mínimos de octubre de 2022.
Respecto a la onza de oro, se mantiene inmóvil en una franja de precios estrecha, sin superar con claridad los 1930 dólares, pero sin ceder de 1915 dólares. Al igual que el resto de los activos principales, el oro encontrará su destino de corto plazo entre el miércoles y el jueves, después de la presentación de la Fed.
El mes se cierra con dos datos de relativo impacto: por un lado, el PBI mensual de Canadá, y luego el índice de Confianza del Consumidor del Conference Board, en Estados Unidos. El dólar podría sufrir algún efecto conocido este último informe, aunque no cambiarán las tendencias del día. Todo queda postergado por un día, hasta que el presidente Powell diga, como siempre, que la Fed está comprometida a sostener el crecimiento económico de su país.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College