Si bien no suele pasar, los mercados intentan encontrar pistas de una política monetaria más suave de la Fed, y cada declaración oficial del banco central las desmorona. Si bien el organismo que lidera el Sr. Powell aumentó en un 0.5% la tasa de interés en diciembre, frente a los cuatro aumentos del 0.75% anteriores de manera consecutiva, ello no significa que los riesgos de inflación hayan disminuido.
Sí es verdad que el aumento del costo de vida parece haber tocado un techo a mediados de 2022, llegando a un máximo de más de 40 años, pero sigue por encima del 6% en términos interanuales en la medición subyacente, y por encima del 8% en la medición general, que es, en definitiva, la que sufren los consumidores.
También es verdad que el costo del gas natural, fuente de preocupación importante en esta materia, ha caído a mínimos de más de un año, un poco por las medidas adoptadas por la mayoría de los países para amortiguar la falta de suministro de Rusia, que llevó a la materia prima a su máximo de 15 años, y otro poco porque el efecto de la guerra en Europa del Este se va diluyendo. No hay soslayar que buena parte de los bancos centrales pronostican una recesión para 2023, lo que en otras palabras significa menor demanda de gas a futuro. Algo similar sucede con el petróleo.
Esta vez, las Minutas del FOMC de la reunión de diciembre dejaron en claro que el banco central necesita mayores pruebas de que la inflación va a caer y no rebotará en el corto plazo. Los oficiales del Comité siguen firmes en su postura, y ninguno mencionó la posibilidad de que la tasa sea recortada este año, y sí mostraron la voluntad de seguir aumentado la misma en varias oportunidades. La mayoría de los análisis que se vuelcan por esta posición hablan de 3 aumentos más, justamente en las tres primeras reuniones de este año.
Con todo, los mercados no ofrecieron el miércoles movimientos relevantes. El euro se mantuvo en un rango de precios estrecho, sin superar 1.0660, pero sin caer mucho de la cota de 1.0600. La libra esterlina, como siempre algo más volátil, intenta una y otra vez apuntar a 1.2100, meta que se le está haciendo difícil superar. El yen, en cambio, cayó fuerte ante el aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro. Los de 2 años llegaron al 4.45%, para disminuir progresivamente en la sesión americana. Aún así, el yen brinda señales de debilidad.
La bolsa de Nueva York mantiene una postura cautelosa, con las acciones principales sin cambios relevantes. Tesla, una acción que perdió gran parte de su valor en los últimos meses y que inició la semana con una fuerte caída, apenas recuperó unos pocos dólares en la víspera.
Este jueves, los datos de empleo privados, provistos por ADP, tendrán el protagonismo en la mañana americana. Se esperan unos 150 mil puestos de trabajo generados en diciembre, frente a los 125 mil de noviembre. No impresionan estas cifras, y sirven sobre todo para calentar los motores para el dato de empleos no agrícolas que se publicará el viernes.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College