El dólar retomó en la última parte de la semana pasada un dominio moderado en sus pares principales. El euro, aún fortalecido, podría visitar pronto la zona de 1.0200, lejos de sus mínimos de 0.9530 de dos meses atrás, claro está, pero también algo más lejos de retomar una tendencia alcista de largo plazo, algo que, con reservas, parecía que podía suceder días atrás.
La libra esterlina, que logró superar 1.2000 la semana anterior, también inicia la semana con un tinte bajista, y la zona de 1.1500 no parece tan lejana para los próximos días.
Tanto el euro como la libra estarán presionados esta semana por los datos de manufacturas y servicios de Alemania y la Eurozona, y los mismos datos de Reino Unido, que afectarán a la tradicional moneda británica.
Estos informes también se conocerán en Estados Unidos el miércoles, en lo que puede ser el nudo de la semana. Si los datos quedan por encima de lo esperado, el dólar retomará su dominio con mayor autoridad, cuando ya quedan algo más de tres semanas para la última reunión de política monetaria de la Fed.
Justamente, los informes conocidos este mes avalan la postura agresiva del banco central, y las declaraciones de un miembro de los más duros del FOMC (James Bullard, titular de la Fed de St. Louis) volvieron a ser contundentes, en el sentido de que hará falta mayor agresividad en los próximos tiempos hasta que la inflación retome un rumbo normal, cercano al 2%.
De allí puede deducirse que los mercados anticiparon algo que la Fed no tiene en sus planes inmediatos, como la moderación de la política monetaria. Algo que ya sucedió en las últimas tres reuniones del organismo.
Pese a las dudas que presenta el futuro inmediato, la bolsa de Nueva York volvió a escalar posiciones el viernes en sus papeles principales, y mantiene un tono alcista para los próximos días.
El oro volvió sobre sus pasos, incapaz de superar 1788 dólares, un 38.2% de su baja desde 2070 a 1615 dólares. Solo por encima de dicho nivel podría retomar su tendencia alcista de largo plazo.
De todas formas, la semana será corta. Esta semana es la celebración del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, con los mercados paralizados el jueves, y con el llamado Viernes Negro un día después. Se trata del día de mayor consumo del año en el país, lleno de notas de color (filas para comprar, consumo descontrolado, histeria), pero que tiene una gran significación en las ventas minoristas. En alguna oportunidad, el Viernes Negro representó el 2% de las ventas minoristas de todo el año, y de allí la importancia que se le asigna. Además, servirá a los mercados para apreciar el ánimo de los consumidores, con la vista puesta en la Fed.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College