Una vez más, los pronósticos de creación de empleo en Estados Unidos quedaron muy lejos de lo publicado. Siendo que dichos pronósticos son la referencia única que los operadores tienen, para compararlos con las cifras oficiales, el margen de error es algo alarmante, aunque ya se haya tornado una costumbre.
En octubre se crearon más de 260 mil empleos, y se revisaron a 315 mil los de septiembre, confirmando la solidez del mercado laboral, aun cuando la tasa de desempleo creció ligeramente al 3.7%. Las ganancias por hora crecieron en línea con lo esperado, pero muy lejos de la inflación.
La reacción de Wall Street fue previsible: creció, porque finalmente más trabajo siempre es bueno, pero cayó sobre el final de la sesión, porque la Fed seguirá aumentando la tasa de interés en forma indefinida, quitando liquidez, lo cual suele disfrazarse de preocupación por una probable recesión a futuro. Justamente del estado del cual acaba de salir la economía luego de publicado el PBI del tercer trimestre, pocos días atrás.
En cambio, el euro y la libra esterlina se dispararon en pocos minutos, algo que también pareció previsible minutos antes de la publicación. La moneda única quedó nuevamente cerca de la paridad, en tanto la libra se acercó a 1.1400. Ambas divisas siguen mostrando debilidad, aunque tal pareciera que sus bajas son algo menos profundas que semanas atrás.
Sin embargo, el hecho de que la Fed siga teniendo las puertas abiertas a subir la tasa de interés a voluntad, sin muchos argumentos para rebatir sus argumentos, torna poco probable que las monedas europeas sigan mucho más allá. Todo indica los movimientos alcistas de ambas son oscilaciones naturales de los mercados, como una reacción a las noticias, pero finalmente falta mucho para que se encaminen a una senda alcista de mediano plazo.
Con el PBI sobre cero de nuevo, el mercado laboral sin grandes problemas, y la inflación que cede en dosis homeopáticas, no hay motivos para pensar en un cambio de rumbo de la Fed durante 2022. Esto no exime, claro está, la responsabilidad del propio banco central en la creación de la inflación actual, algo que parece haber subestimado.
La semana que se inicia pondrá a prueba los nervios de los mercados. Los datos de inflación de octubre podrían arrojar una ligera baja en la medición general (al 8%) y subyacente (al 6.5%). Datos como estos generarán una ola de euforia en los mercados, que nuevamente obviarán algunas cuestiones no soslayables: la primera es que la Fed se reunirá recién en diciembre, justo un día después de los datos de noviembre, por lo que la medición del mes pasado será, casi de transición. La segunda cuestión es que, aunque baje, la inflación sigue en máximos de 40 años, y la Fed fue enfática por demás: hasta que no tengamos pruebas de que el costo de vida se encamina al 2%, seguiremos aumentando la tasa.
Como sea, los mercados no van tan lejos. El humor de los operadores mira un poco más cerca en el tiempo, y probablemente tengamos algunos días de dudas en la bolsa (y un dólar algo más sólido) hasta el miércoles, para que las acciones aprovechen un buen impulso el jueves, junto con una baja del dólar. Finalmente, es la lógica de los mercados.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College