Desde varios días atrás, puntualmente desde la tercera semana de octubre, un artículo de prensa publicado en The Wall Street Journal puso en duda la continuidad de la política monetaria de la Fed para las próximas reuniones.
Si bien la inflación general supera holgadamente el 8% interanual y la inflación subyacente se ubica por encima del 6%, este artículo, que en pocas palabras habla de una revisión del banco central de sus propias acciones de cara a la última reunión del año en diciembre, sacudió a los mercados, y le cambió el humor a los operadores, que se volcaron a la compra masiva de acciones en las semanas precedentes.
A la vez, cualquier dato que haya contribuido a esta posibilidad -sobre todo el PCE de septiembre conocido recién el viernes pasado- le dio motivos a los operadores de Wall Street de festejar a cuenta de menores aumentos de tasa, mayor liquidez, y crecimiento de las acciones. Incluso, varios analistas destacaron la performance de la bolsa en octubre, siendo uno de los mejores meses en muchos años, obviando que comenzó el mes operando en mínimos de dos años.
Esta búsqueda frenética de cambiar la dirección de los mercados termina este miércoles. La Fed dará a conocer su séptimo comunicado de política monetaria, que terminará por aumentar la tasa de interés en un 0.75%, manteniendo a la vez el ritmo de venta de bonos, que han elevado los rendimientos de los mismos a máximos de más de 15 años.
Siendo que este aumento está descontado por los mercados, la incógnita pasa por ver cuan cierta es la versión de una revisión que, de producirse, no será ciertamente publicada en el comunicado de este miércoles.
El discurso del presidente Powell seguramente rondará en los riesgos de caída de la economía por estos aumentos de tasa, los cuales juzgará necesarios para bajar la inflación. A la vez, hablará de los avances bastante escasos que siguieron a los aumentos de tasa anteriores, por lo que seguramente verá conveniente seguir con los aumentos en los próximos meses, hasta que la inflación ceda, o como gusta decir “hasta que el trabajo esté hecho”. El presidente olvida que este trabajo lo generó él mismo, junto con el resto del Comité, inundando la plaza de dólares baratos.
Cabe mencionar que en vísperas de reuniones anteriores, los mercados reaccionaron de manera similar a la que estamos viendo en estos días. Alzas en la bolsa, retroceso del dólar, avances del euro y la libra esterlina en menor medida, yen sin cambios, oro moderadamente firme. Lo que siguió, en todos los casos, fue un movimiento contrario al mencionado, no tanto en el momento del comunicado (que generó una caída del dólar, poco explicable ese mismo día) sino en días posteriores.
Si esto se repite, y hay motivos para pensar en ello, el euro tiene un camino asegurado a 0.9500 y la libra esterlina a 1.0800, el yen al menos a 150.00 y el oro a sus mínimos del año, los peligrosamente cercanos 1614.00 dólares.
A la vez, la bolsa podría retroceder luego de varios días de alzas y bajas vertiginosas. Una vez más, todo depende del Sr. Powell.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College