La reacción de la bolsa de Nueva York a un artículo publicado en el Wall Street Journal el viernes se mantiene, y no deja de ser sorprendente en varios sentidos. Por un lado, el artículo alude a las supuestas declaraciones de una funcionaria de la Fed de San Francisco en las que reclama revisar el ritmo de aumento de la tasa de interés, que se descuenta será incrementada en un 0.75% en noviembre.
Por otro lado, este artículo está dejando de lado que otros funcionarios de peso de la Fed se han expresado en dirección contraria horas antes de esa publicación, reclamando nuevos aumentos “hasta que el trabajo esté hecho”, en declaraciones que parafrasean al presidente Powell en su última presentación oficial.
Una vez más, la definición la tendremos el 2 de noviembre, cuando el propio Powell explique, probablemente, lo que vino diciendo desde varios meses atrás: la tasa seguirá alta un buen tiempo, hasta que la inflación de signos de caer en forma sustentable, algo que no ha pasado en estos meses.
De este modo, consideramos que esta recuperación de la bolsa es una suerte de pausa que se toma antes de iniciar una nueva caída. Los rendimientos de los bonos del Tesoro siguen muy altos, aunque un poco más lejos de los máximos de 15 años que alcanzaron la semana pasada.
El mercado presentó el lunes movimientos acotados en horario americano, después de un verdadero descalabro en la sesión asiática, en la que el yen volvió a ser protagonista. El Banco de Japón sigue interviniendo en el mercado de cambios (también lo hizo el lunes, más tarde, y en menor medida), y la respuesta de los mercados es una devaluación inmediata del yen.
Se trata de medidas extremas, sin antecedentes desde 1987. Sí las hubo, pero en sentido contrario, en 2011, cuando el yen llegó a máximos de 40 años en 75.50, y las posteriores medidas del entonces premier Shinzo Abe calmaron a los mercados.
Los vaivenes del yen, que fueron extremos tanto el viernes como el lunes, fueron también decisivos para la libra esterlina, moneda vapuleada hace poco por la ex primer ministra Truss, que en su histórico corto mandato logró lo impensable: que su moneda se acerque a la paridad ante el dólar.
El euro también se acerca a la paridad, pero desde abajo. Los datos de manufacturas y servicios de Alemania, Reino Unido y Estados Unidos, combinados, resultaron en una recuperación por ahora tibia de la moneda única, que esta semana puede tener un buen impulso si, como se espera, el Banco Central Europeo continúa aumentando la tasa de interés en forma agresiva.
Este martes, el índice de confianza del consumidor del Conference Board será el dato a seguir a las 10:00 del este. La apertura de Wall Street, a las 9:30, también será decisiva.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College