La semana fue muy buena en general para los mercados de renta variable y esto originó algunos cambios en el ranking de las principales Bolsas en lo que llevamos de 2022, el cual va de la siguiente manera:
– FTSE 100 británico -5,62%
– Nikkei japonés -6,60%
– Ibex español -13,41%
– Dow Jones -14,46%
– Cac francés -15,62%
– Euro Stoxx 50 -19,12%
– Dax alemán -19,86%
– FTSE MIB italiano -21,13%
– S&P 500 -21,26%
– CSI chino -24,24%
– Nasdaq -30,59%
Sentimiento de los inversores (AAII)
El sentimiento alcista (expectativas de que los precios de las acciones subirán en los próximos seis meses (subió 2,2 puntos hasta el 22,6% pero sigue por debajo de su media histórica del 38%.
El sentimiento bajista (expectativas de que los precios de las acciones caerán en los próximos seis meses) aumentó 0,3 puntos hasta el 56,2% y sigue por encima de su media histórica del 30,5%.
El peligro de aferrarse a los titulares que interesan
Los numerosos giros del S&P 500 dieron paso a una subida del +2% el viernes, que situó al índice de referencia de la renta variable estadounidense en camino de su mejor semana desde el pasado mes de junio. Cabe señalar que parte de esa volatilidad fue causada por el vencimiento de opciones por valor de 2 billones de dólares.
Las acciones estadounidenses subieron el viernes después de que se comentara que la Reserva Federal probablemente debatirá sobre una menor subida de los tipos de interés en el mes de diciembre, lo que aumenta las esperanzas de que el banco central pueda estar dispuesto a adoptar una postura política menos agresiva. Este hecho lo comentó la presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, Mary Daly.
La realidad es que el mercado se aferra a cualquier titular que vea positivo y entonces reacciona con alegría al alza.
Y digo esto porque en verdad no dijo nada nuevo, porque a continuación añadió que pese a todo todavía no es el momento de reducir los tipos de interés y que una desaceleración a subidas de 25 puntos básicos únicamente será apropiada si la inflación, sobre todo la subyacente, baja con cierto peso y eso todavía no está cerca de que suceda. Además, hay que recordar que dijo la semana pasada que la Fed tendría que subir los tipos por encima del 4,5% el próximo año para reducir la inflación.
Y no solo ella, también Neel Kashkari, presidente de la Reserva Federal de Minneapolis, comentó que si la inflación subyacente o la inflación general no empiezan a bajar con cierta virulencia, no vee por qué tendrían que parar en el 4,5% o en el 4,75%.
Entendiendo qué está pasando con los bonos
Para un mundo financiero que está asistiendo a fuertes subidas de tipos de interés, lo que ocurre en el mercado de bonos importa mucho.
Los bonos del Tesoro de Estados Unidos están asistiendo a su mayor caída desde 1984. Recordemos que la relación entre el precio del bono y su rentabilidad o rendimiento es inversa, es decir, si el precio del bono cae su rentabilidad sube y al revés, si el precio del bono sube su rentabilidad desciende.
Pues bien, existe una relación inversa entre el precio de un bono y los tipos de interés. Es decir, si suben los tipos de interés el precio de los bonos cae, y viceversa.
Con un ejemplo práctico se entenderá perfectamente el por qué de todo esto. Supón que compramos un bono 10 años que abona un interés anual del 2% por un precio de 100.
Luego resulta que asistimos a una subida de los tipos de interés. Esto significa que otros bonos como el nuestro en cuanto a vencimiento ofrecen una mayor rentabilidad y rendimiento, un 3%. +
Si queremos vender nuestro bono será complicado encontrar comprador, a ver quién nos lo compra a 100 para una rentabilidad del 2%, más que nada porque pueden encontrar bonos como el nuestro con una rentabilidad del 3%.
Y atento, porque la Reserva Federal ha subido ya los tipos de interés cinco veces desde el pasado mes de marzo y se espera una cuarta subida consecutiva de 75 puntos básicos en la próxima reunión de noviembre. De hecho, el mercado espera que la Fed suba los tipos hasta el 5% en mayo del 2023 frente al 4,6% que preveía antes. El último en comentar ha sido el presidente del Banco de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, que dijo que la solidez del mercado laboral de EE.UU. da margen para subir los tipos de interés y así poder frenar una inflación que se acerca a los máximos de cuatro décadas. Él fue el primero en sugerir públicamente subidas de 75 puntos básicos, que se han convertido en rutina este año.
La realidad es que la curva se mantiene invertida entre los bonos de corto y largo plazo, lo que supone un serio aviso de recesión económica. Se produce una curva de rendimiento invertida cuando el rendimiento de los bonos de corto plazo es mayor que el rendimiento de los bonos de plazo mayor. Lo normal es que sea al contrario y un bono cuanto mayor sea su plazo, por ejemplo a 10 años, ofrezca un mayor rendimiento que un bono de plazo más bajo, por ejemplo a 2 años, ya que cuanto más tiempo más riesgo existe de que suceda algo negativo. Generalmente hay dos curvas muy seguidas. Una es la del diferencial entre los bonos del Tesoro a 10 años y 3 meses, la otra es el diferencial entre los bonos del Tesoro a 10 años y 2 años.
Es un buen indicador de alerta de recesiones, ya que acertó con las últimas 8 recesiones en Estados Unidos, desde diciembre del año 1969. Eso sí, el tiempo que transcurre entre el aplanamiento de la curva de rendimiento y la llegada de la recesión económica es de 1-2 años. En las últimas 5 recesiones, la curva de tipos de bonos a 10 y 2 años se invirtió antes que la de 10 años y 3 meses, por lo que se podría decir que el mejor indicador de los dos sería la curva de tipos de los bonos a 10 años y 2 años, ya que siempre fue capaz de detectar la recesión con mayor prontitud.
Ismael De La Cruz/Investing.com
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