Movimientos muy marcados presentan los pares principales de divisas en los últimos tiempos, y los que se vieron el miércoles no fueron la excepción.
El yen volvió a caer, para rozar 150.00 ante el dólar, un nivel que no toca desde mediados de 1990, y que pone en una situación incómoda al Banco de Japón. La entidad intervino en el mercado de cambios en los últimos días, aunque solo la primera vez tuvo un efecto de varios días. El 22 de septiembre, el yen recuperó 500 puntos en pocas horas, aunque los perdió entre 3 y 4 días después.
Las restantes intervenciones no fueron importantes en puntos, y tampoco en los montos de venta de dólares por parte del BoJ, que ocupó 19.000 millones de la moneda norteamericana en la primera oportunidad.
El nivel actual, cercano a 150.00, podría ser un disparador para una acción más importante del banco central. Sin embargo, la extrema debilidad del euro y de la libra esterlina parecieran requerir más que una acción aislada por parte del BoJ. La impresión es que es necesaria una acción conjunta de los bancos centrales más importantes buscando cambiar la situación actual.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro de 2 y 10 años volvieron a dispararse, para alcanzar los primeros el 4.56%, ya cerca de 4.74%, un nivel que técnicamente podría significar un retroceso de importancia en los mismos. La venta masiva de bonos por parte de la Fed les quita atractivo, y los aumentos de los rendimientos se han elevado hasta llegar a niveles que no visitaba desde junio de 2007.
El dólar sigue avanzando prácticamente sin obstáculos, y así como el yen cayó a los niveles mencionados, el euro ya comienza a apuntar a sus propios mínimos de 20 años, que tocó a fines de septiembre en 0.9532. La libra esterlina tampoco pudo hacer pie, para llegar a 1.1180, donde cubrió el gap que había dejado entre el viernes y lunes, un nivel que mencionamos en este espacio en las sesiones anteriores. El rebote posterior no invalida la figura de hombro cabeza hombro que presenta el par GBP/USD en el gráfico de 4 horas, que podría volver a caer fuerte durante la sesión del jueves.
Las materias primas están sufriendo el nuevo embate del dólar. El oro ya se acerca a su mínimo anual (que tocó el 28 de septiembre y que no observaba desde abril de 2020) en 1614.80 dólares, un nivel que en principio puede ser un soporte sólido.
Sin embargo, la onza, la plata y el platino apuntan claramente a la baja en el corto plazo, y la onza podría vencer dicho soporte esta misma semana. Lo mismo ocurre con la plata, en tanto el platino podría aún quedar algo más firme, luego de ganar terreno durante varios días consecutivos.
La proximidad de la reunión de política monetaria de la Fed, que elevará la tasa de interés entre el 0.75 y el 1%, la alta inflación, la probable deflación global y con ello la expectativa de una menor demanda de bienes y servicios atenta contra las materias primas. El petróleo siente este efecto, rozando ya los 80 dólares en los futuros del WTI.
La bolsa de Nueva York ofreció resultados mixtos en la sesión del miércoles, aunque todo indica que los índices principales volverán a caer fuerte en los próximos días. El Dow Jones tiene un largo camino bajista por recorrer, y el S&P 500 y Nasdaq 100 seguirán sus pasos.
Para este jueves, el índice de la Fed de Filadelfia, las peticiones semanales de subsidio por desempleo y las ventas de viviendas existentes serán los datos a seguir. Ello, por supuesto, como complemento de la apertura de Wall Street a las 9:30 del este, y al seguimiento casi obligado de la evolución de la guerra entre Ucrania y Rusia, que está entrando en su etapa más dramática.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College