Si bien durante gran parte del martes el dólar cedió posiciones en prácticamente todos los frentes, la presentación del gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, sirvió para que el billete revirtiera todas sus pérdidas, y cerrara el día con marcadas ganancias ante las monedas principales.
Bailey anunció que el BoE dejará de comprar bonos sobre el final de esta semana, lo cual generó una caída muy fuerte de la libra, que si bien se encuentra lejos de sus mínimos históricos de dos semanas atrás, podría visitarlos próximamente.
El euro acompaña a la libra en su caída. Luego de recuperar posiciones durante la sesión americana, sobre el final de la misma perdió la cota de 0.9700, pivoteando alrededor de la misma en el horario asiático de este miércoles.
La onza de oro, que había ganado 23 dólares en la mañana de Estados Unidos, también se vio envuelta por la embestida del dólar, para cotizar al momento a 1666 dólares, y apuntando a sus mínimos semanales de 1660 dólares.
En cuanto al yen, después de muchas horas de moverse en torno a sus mínimos de 24 años en 145.90, que había tocado el 22 de septiembre pasado, se disparó en la apertura de Tokio a 146.22. Al momento, cotiza alrededor de 146.00, con una perspectiva alcista del par USD/JPY, aunque con una intervención que parece inminente por parte del Banco de Japón, similar al temperamento que tomó en la oportunidad mencionada.
Los mercados lucen tensos en estas primeras horas de la sesión del miércoles. Se acercan los datos de inflación de septiembre en Estados Unidos, y todo indica que las cifras superarán a las anteriores, e incluso a los pronósticos, algo que ya pasó durante casi todo el año.
Si al dólar naturalmente fuerte por los próximos aumentos de tasa por parte de la Fed se suman los anuncios del resto de los bancos centrales (no más intervención en el mercado de bonos del BoE, tasa negativa del BoJ, decisiones tardías del BCE), el resultado no puede ser otro que el que esperamos: un nuevo rally del billete en todos los frentes.
Estas situaciones suelen tener un final abrupto. Ya sea por noticias negativas (o positivas en otros casos), o por cambios de humor de los mercados. Recuerde que a fines de marzo de 2020, el mismo presidente Powell que ahora se queja de la inflación como si la hubiera generado algún antecesor suyo anunció a viva voz ¡estímulo ilimitado! Y allí terminó la crisis bursátil, más corta y profunda que la actual por cierto, y justo en el momento en que la pandemia comenzaba a azotar al mundo.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College