Después de varias sesiones caóticas, los mercados financieros se tranquilizaron parcialmente, aunque por supuesto muy lejos de volver a la normalidad.
El Banco de Inglaterra, imposibilitado de intervenir directamente en el mercado de divisas por no tener las reservas internacionales suficientes para hacerlo, sí lo hizo en el mercado de bonos. Si bien una venta de los mismos hubiera tenido el efecto deseado (frenar la caída de la libra) fue finalmente una compra de los mismos lo que hizo crecer a la moneda local.
Los efectos del plan de recorte de impuestos en Reino Unido, anunciado el domingo, hizo llegar a la libra a su mínimo histórico en 1.0305, en un movimiento rápido que mucho tuvo de especulación y preparación previa.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 2 años cedieron fuertemente, luego de alcanzar, hora tras hora, máximos de 15 años. Allí residió la calma transitoria de los mercados.
El euro, que había llegado a un mínimo de 20 años a primera hora en 0.9532, se recuperó con fuerza, aunque no la suficiente como para quebrar determinados parámetros técnicos que le den impulso a la paridad. El freno lo encontró en la zona de 0.9745, donde comenzó a cumplir con una figura de cambio de tendencia (doble suelo), cuyo alcance aparece en una línea bajista en 0.9860.
La libra esterlina recuperó 370 puntos en el día, y 620 desde sus mínimos históricos del lunes, aunque todavía mantiene una tendencia bajista muy marcada. La superación de 1.0935 podría confirmar una recuperación más sustentable, aunque ello parece lejano en las primeras horas del jueves.
La onza de oro y el dólar australiano parecen tener la llave de los mercados en estos momentos, al menos desde un punto de vista técnico. Luego de caer fuerte en las últimas sesiones, ambos activos recuperaron terreno en la víspera, pero sin poder superar líneas bajistas en sus gráficos de 4 horas, las cuales marcan la tendencia bajista de mediano plazo que presentan en estas horas. Solo la superación de estas líneas podría anticipar un alza más importante del Aussie y la onza.
En la bolsa de Nueva York, las acciones principales recuperaron parte de sus pérdidas de los primeros días de la semana, aunque todo indica que este movimiento es solo una corrección alcista. En verdad, los fundamentos que llevaron a los índices a sus mínimos anuales no han cambiado. Y diversos funcionarios de la Fed, entre ellos el presidente de la Fed de Atlanta, Bostic, reiteró su intención de elevar la tasa de interés las veces que sean necesarias hasta que la inflación (que la propia Fed generó sin culpa) se encamine al 2% anual.
De allí es que cabe pensar en que esta recuperación de la bolsa no respondió sino a la baja de los rendimientos de los bonos, algo esperable ante una sobrecompra extrema en el corto plazo.
Este jueves, el PBI final del segundo trimestre (a las 8:30 del este, con poco impacto esperable) será el dato a seguir. La apertura de Wall Street confirmará -o no- el alza de los papeles de la víspera.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
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