Es increíble que 24 horas puedan hacer más mella en el oro que 24 meses.
En un día en el que ni los mercados de divisas ni los de bonos consiguieron mover la aguja de los precios del oro, los bajistas concluyeron que era adecuado rematar el metal precioso hasta los mínimos de poco más de 1.600 dólares registrados antes del repunte de la pandemia de 2020, que finalmente resultó en máximos históricos por encima de 2.100 dólares para el lingote.
En un mundo ideal, los movimientos del mercado se sincronizan perfectamente con las noticias, los datos y otra matriz de valoración de un activo. En el mundo real, por supuesto, hay más posibilidades de que las cosas sean demasiado exuberantes o sombrías.
La venta masiva de oro del jueves fue más que sombría. A medida que aumentaba la ola de aversión al riesgo en el ámbito de las materias primas, aquéllos posicionados en largo en el metal precioso se convirtieron ostensiblemente en sus mayores víctimas. Uno a uno, las órdenes de minimización de pérdidas en el oro fueron siendo eliminados como si fueran alfileres, mientras el mercado se tambaleaba a causa de un pánico infundado.
A otras 72 horas antes de que la Fed anuncie su decisión de septiembre sobre los tipos de interés, es posible que las cosas empeoren para el oro antes de mejorar.
Gary Wagner, que escribe un blog sobre los aspectos técnicos del oro para el distribuidor de lingotes Kitco, explica: «La fea verdad es que hacen falta muchas más subidas de tipos y los tipos tendrán que permanecer en niveles elevados durante mucho más tiempo de lo que la mayoría de la gente cree para que tengan algún efecto drástico en la reducción de los niveles de inflación».
Wagner señala que, desde que el oro casi reconquista sus máximos históricos de 2020 al sobrepasar los 2.000 dólares en marzo, ha perdido unos 400 dólares, o casi un 20%, de su valor.
El contrato de futuros del oro de referencia del COMEX de Nueva York se estableció el jueves en 1.677,30 dólares por onza, frente a sus máximos de marzo registrados en 2.078,80 dólares.
Los mínimos de la jornada del contrato, en 1.668,90 dólares el jueves y 1.667,40 dólares el viernes, fueron los más bajos del oro del COMEX desde junio de 2020.
Pero peor aún resultó el precio al contado del lingote, que se sigue más de cerca a veces que los futuros.
El oro al contado bajó hasta 1.660,41 dólares el jueves y cayó un poco más, hasta los 1.659,56 dólares, durante la jornada de negociación de este viernes en Asia. La última vez que el oro al contado se encontró por debajo de esa cifra fue en abril de 2020, antes de comenzar el giro que lo llevó a máximos históricos.
La ausencia de un desencadenante claro de esta caída dejó perplejos a la mayoría de los observadores.
Durante la jornada del jueves, el índice dólar osciló en un pequeño rango de entre 109,148 y 109,653. El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años se mantuvo en un rango igual de modesto, entre el 3,402% y el 3,468%. Este viernes, los máximos se amplían para ambos, aunque ligeramente, alcanzando el índice dólar el nivel de 109,655 y el rendimiento de los bonos máximos del 3,483%.
Los movimientos medidos en el mercado de divisas y de bonos han ido más en sintonía con las noticias y los datos del jueves, entre los que se encontraban las estadísticas semanales de desempleo de Estados Unidos las cifras de ventas minoristas de Estados Unidos de agosto y las cifras del sector manufacturero de la Fed de Nueva York. Éste ha sido el último gran día de publicación de datos en Estados Unidos antes de la decisión sobre los tipos de interés de la Fed.
Las estadísticas de desempleo muestran que las solicitudes de subsidio por desempleo han descendido por quinta semana consecutiva a su nivel más bajo desde finales de mayo, lo que indica un mercado laboral saludable que podría alimentar el gasto de los estadounidenses, incluso cuando la Reserva Federal ha tratado de frenarlo con subidas de tipos.
Aun así, el descenso de las cifras de desempleo no ha sido asombroso. Las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo de la semana que concluía el pasado 10 de septiembre se situaron en 213.000, apenas 5.000 menos que las 218.000 de la semana anterior.
Lo mismo ocurría con la tendencia de las ventas minoristas. En este caso, se ha registró un crecimiento del 0,3% en agosto, lo que sugiere que la caída de los precios de los carburantes ha impulsado el entusiasmo de los estadounidenses por otras compras que mantienen las expectativas de inflación y de subida de los tipos.
Si bien la caída del oro ha superado claramente los fundamentales en las últimas 24 horas, tampoco es evidente que se vaya a detenerse hasta que la subida de tipos quede fuera de juego, aclara Ed Moya, analista de la plataforma de trading online OANDA. Y añade: «El oro se ha visto golpeado sin piedad. Si el rendimiento de los bonos del Tesoro sigue aumentando, se mantendrá la presión de venta sobre los lingotes».
Pero si los fundamentales no pueden poner un suelo bajo el oro, por ahora, ¿lo harán los aspectos técnicos?
También en este caso, la historia no parece demasiado alentadora, afirma Sunil Kumar Dixit, estratega técnico jefe de SKCharting.com, y añade:
«Una vez que los bajistas se deciden, la venta no hace más que empeorar. El oro ha desafiado el «Santo Grial del soporte» en 1.681 dólares. Se trata de un retroceso de Fibonacci del 38,2% desde sus mínimos de 1046 dólares y sus máximos de 2073 dólares».
Al caer en torno a 1.660 dólares, el oro también ha sobrepasado la media móvil simple de 200 semanas, situada en 1.676 dólares, y la media móvil exponencial de 50 meses, situada en 1.670 dólares, dice Dixit, utilizando el precio al contado como guía.
Para evitar una mayor hemorragia hacia los 1.610 dólares y el retroceso del 50% de Fibonacci en 1.559 dólares, el indicador de fuerza relativa del oro al contado y los estocásticos en los marcos temporales diarios, semanales y mensuales deben convertir los actuales niveles de resistencia en niveles de soporte, sigue Dixit.
«Aunque podría haber algún descenso más hasta los 1.650 dólares, todo apunta a que la recuperación alcanzará los 1.695 dólares, los 1.710 dólares y los 1.725 dólares en orden sucesivo. La tendencia bajista a corto plazo podría volverse alcista si se superan los 1.750-1.760 dólares».
Descargo de responsabilidad: Barani Krishnan utiliza una serie de puntos de vista aparte del suyo para aportar diversidad a su análisis de cualquier mercado En pos de la neutralidad, presenta opiniones contrarias y variables de mercado. No tiene participaciones ni mantiene una posición en las materias primas o valores sobre los que escribe.
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