Los datos de ventas minoristas en Reino Unido de agosto arrojaron cifras menores a las esperadas. Esto generó un desplome de la libra esterlina, que llegó de este modo a mínimos que no tocaba desde 1985, siendo la moneda más afectada por el alza generalizada del dólar en los últimos tiempos.
La baja de la libra está en línea con una caída, mucho más moderada, del euro, que cotiza mientras promedia la sesión europea a 0.9974 ante el dólar, con una tendencia bajista más suave que la de la moneda británica.
A su vez, el yen intenta no perder terreno, luego de llegar la semana anterior a 145.00 unidades contra el dólar. Las versiones de una intervención del tipo de cambio (que en los hechos se produjo verbalmente, dado que varios funcionarios dejaron la puerta abierta a tal medida, que los mercados parecen descontar) mantiene algo más calmo al yen, que llegó a 142.81 en su mejor nivel del día, aunque volvió a ceder posiciones frente a la embestida del dólar de las últimas horas.
Sin dudas, la baja de la libra se está haciendo sentir en los mercados, y ello explica la caída más moderada del resto de las monedas líderes, como el euro, el yen y en menor medida el franco suizo, que esta misma semana llegó a máximos de un mes frente al dólar, para perder algunos espacios en las últimas sesiones.
También el oro observa una baja significativa, llegando a mínimos de agosto de 2021, cuando un extraño “flash crash” lo llevó a 1615 dólares, nivel del cual se recuperó rápidamente. Obviando ese sospechoso movimiento, el metal precioso se ubica en mínimos de abril de 2020, cuando comenzó a recuperarse luego del inicio de la pandemia, oportunidad en la que había caído 250 dólares en pocos días.
La sobreventa que presenta la libra esterlina y el oro parecen limitar caídas más profundas en el corto plazo sin que antes de produzcan correcciones alcistas de importancia. Sin embargo, hará falta mucho tiempo para que el sesgo bajista que han tomado estos activos, y las monedas en general, cambie de dirección.
La bolsa de Nueva York también cedió posiciones el jueves, y los futuros de los índices Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq 100 siguen apuntando a la baja antes del inicio de la sesión americana del viernes. La caída estrepitosa de las acciones en Wall Street obedece a la alta probabilidad de que la Fed eleve la tasa de interés el próximo miércoles en un nivel de 0.75% a 1%, algo que parecía descartado hasta el martes, cuando se conocieron los datos de inflación de agosto con cifras muy por encima de lo esperado.
Las restricciones en el flujo de dinero tornan menos atractivos a los bonos del Tesoro, cuyos rendimientos se disparan día a día. Los de 2 años, por caso, se ubican en máximos de agosto de 2007, en tanto los de 10 años ya superan el 3.35%. De todas formas, el hecho de que los de corto plazo ofrezcan mejores rentabilidades que los de largo plazo no es menor, y es un aviso de que lo que puede venir es una fuerte recesión en Estados Unidos.
Si esto sucede, la Fed no tendrá más alternativas que cambiar nuevamente su política monetaria, haciéndola más expansiva, y allí los mercados encontrarán un motivo para crecer con fuerza. Esto, sin contar que los datos de empleo vienen arrojando, por ahora, cifras mejores que lo esperado, algo que puede cambiar de un mes a otro y sin previo aviso.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
Adrián Aquaro
Trader College