El dólar cedió terreno en varios frentes el miércoles, luego de imponerse con comodidad en la primera parte del día. Desde el inicio de la sesión americana, en cambio, el billete se mostró algo débil, probablemente en una pausa luego de un rally que llevó al euro a nuevos mínimos de 20 años el martes, y de 24 años al yen en la víspera, al tocar 145.00. La libra esterlina alcanzó un mínimo de varias décadas, quebrando incluso su mínimo de marzo de 2020, para detenerse en 1.1403, unos 7 puntos debajo de tal nivel.
La caída fuerte del petróleo fue el motivo que encontraron los inversores para cambiar de humor, luego de varias sesiones de pérdida consecutivas en la bolsa de Nueva York. Los datos de balanza comercial de China, que arrojaron cifras casi en la mitad de lo esperado en cuanto al superávit, generaron un desplome de la materia prima, que llega de este modo a mínimos de enero de 2022, bastante antes del inicio de la guerra en Ucrania.
A su vez, el gas natural quebró la zona de 8 dólares, ante los anuncios de la Unión Europea y del nuevo gobierno de Reino Unido de medidas extremas para afrontar la interrupción del suministro de la materia prima desde Moscú.
Ambos factores son considerados favorables por los operadores, que esperan una baja de la inflación en los próximos meses, y una moderación de la Fed a la hora de aumentar los tipos de interés. Los rendimientos de los bonos del Tesoro, (con la inversión de la curva de rendimientos incluida) cedieron luego de llegar a máximos de 15 años el lunes, lo cual le dio alivio al yen. Sin embargo, todo parece ser solo eso: un alivio. La moneda nipona sigue débil, y a expensas de lo que suceda con los rendimientos y con los precios de la energía.
Este jueves, la agenda de noticias tiene un dato de primera línea: el anuncio de política monetaria del Banco Central Europeo, a las 8:15 del este. Media hora después se iniciará la conferencia de prensa de la titular de la entidad, Christine Lagarde. Respecto a la tasa de interés, se espera que por primera vez en su historia el BCE eleve la misma en un 0.75%, lo cual dejaría los tipos de interés en el 1.25%. Si se concreta, será una muestra de fuerza de parte del banco central, que tradicionalmente ha sido muy conservador, con un solo aumento de tasa -justamente en la reunión anterior- en 11 años, pese a las oscilaciones de la economía de la Eurozona.
En las últimas horas trascendió que el aumento de tasa podría acotarse al 0.5%. Naturalmente, una medida de esta naturaleza retrasaría cualquier recuperación del euro, y un alza del 0.75% no solo reduciría la brecha con la tasa de la Fed (que volverá a ampliarse el 21 de este mes) sino que dejará abiertas las puertas a nuevos aumentos, tal vez más moderados, en las últimas dos reuniones del año.
A pocas horas de los anuncios, el euro se mueve en torno a la paridad ante el dólar, tan cerca de quedar en nuevos mínimos de 20 años como de cambiar de tendencia de mediano plazo. Así ha operado la moneda única en los últimos tiempos: su baja fue tan vertical, que su tendencia bajista queda cerca del quiebre, al menos desde un costado técnico.
Una recuperación del euro no solo le dará confianza hacia el futuro, sino que le dará respaldo a las medidas que tome la UE para paliar la crisis energética, al tiempo que, como suele ocurrir, haría que la libra se escape de sus mínimos actuales.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College