El ISM de manufacturas de agosto, conocido el jueves, fue el disparador que necesitó el dólar en la víspera para llegar a máximos de varias décadas frente al yen, de dos años y medio ante la libra esterlina, y para llevar al euro a las cercanías de mínimos de 20 años.
El ISM es una encuesta que habitualmente tiene un impacto muy medido en los mercados, y no suele generar movimientos muy relevantes. Pero ante las circunstancias actuales, cualquier dato se convierte es una noticia clave, con el pretexto de un aumento de tasa de interés el 0.75% que ya está absolutamente descontado por los mercados.
La bolsa de Nueva York sigue perdiendo posiciones como si el mundo se terminara, con el mismo argumento. El contrasentido de una baja como la que estamos viendo en estos días es que se produce justo en momentos en que la economía estadounidense ofrece datos realmente positivos. El dato del jueves, ISM de manufacturas, quedó apenas por encima de lo esperado.
Ante una situación como la actual, es conveniente no tomar un riesgo excesivo, dado que la volatilidad que presenta el mercado torna a veces imposible un análisis serio.
Los datos de este viernes (las nóminas de empleo no agrícolas de agosto) lucen como otro disparador para el billete. El antecedente inmediato es la cifra de empleos privados, que quedó debajo de la mitad de lo esperado. Para agosto, se espera la mitad de lo publicado en julio, que a su vez representó el doble de lo esperado en su oportunidad. Si le parece que es un rompecabezas, o un juego de palabras, no es nada de eso. Se trata de errores de cálculo que en tiempos normales pasan desapercibidos, y en épocas como estas generan un impacto imprevisible.
La tasa de desempleo quedaría en el 3.5%, un nivel que se iguala con el de febrero de 2020, antes del inicio de la pandemia. La Fed tomará nota de todo esto, aunque no creemos que le haga falta confirmar demasiado. La inflación al 8.5% de julio es suficiente para tomar decisiones de fondo, y es lo que prepara para dentro de dos semanas.
¿Será capaz la bolsa de recuperar parte de sus pérdidas si el dato de empleos no es del todo positivo? Probablemente sí. Pero se le hará muy difícil volver sobre sus pasos, y posicionarse al alza en un corto plazo.
Algo similar sucederá con las monedas europeas, afectadas por la crisis energética, la probable recesión y una inflación en máximos de muchos años.
Como se ve, un panorama que sigue pintado de verde, al menos por un tiempo más.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
Adrián Aquaro
Trader College