El humor de los mercados fue variando el jueves, y pasando de un buen ánimo a uno algo más opaco, por lo que las acciones líderes de la bolsa de Nueva York sintieron el impacto, y cortaron una racha ganadora. Las divisas principales no se mostraron tan débiles, pero el euro no pudo con una firme resistencia, la libra esterlina siguió sus pasos, y el yen, muy volátil, se agotó debajo de 132.00, para terminar el día en la zona de 133.00.
A su vez, la onza de oro comienza a perder posiciones en forma algo más nítida. Luego de coquetear con 1800 dólares, el metal precioso perdió terreno el jueves, y comienza a apuntar a la baja, en un movimiento que quedará confirmado debajo de 1775 dólares.
Si bien la inflación de julio ofreció cifras muy bien tomadas por los mercados, con una baja importante del costo de vida, lo cierto es que el mismo sigue muy alto, por encima del 8%, y la tasa de interés apenas supera el 2%. La Fed espera que los precios se vayan desacelerando con el paso del tiempo, y piensa mantener su herramienta de elevar la tasa en septiembre, y probablemente en noviembre, para cerrar el año en el 3.5%, algo sobre lo cual el presidente Powell se explayó en su última presentación.
Todo esto pesa en el ánimo de los mercados, y si bien el dólar no parece tener la fuerza de hace unos meses, se mantiene firme ante las divisas principales, y lo que se ve son algunos indicios de que esto puede ir cambiando con el paso de los días.
Así, el euro llegó a un máximo de un mes por segundo día consecutivo, cerrando con ganancias, pero sin poder superar 1.0365, donde se topó con un 61.8% de retroceso de su última baja, medida en el gráfico diario. La libra esterlina no ha movido en la misma proporción, y buenos motivos tiene para ello: a las 2:30 del este de este viernes, se conocerá en Reino Unido el PBI del segundo trimestre, que se espera negativo, iniciando un ciclo que puede terminar en la próxima medición con una recesión de la economía británica. Sobre ello habló el Banco de Inglaterra día atrás, dejando en claro que espera una caída fuerte en la actividad hacia fines de 2022.
El BoE ha elevado 6 veces la tasa de interés en las últimas reuniones, con pasos pequeños y evaluando el efecto sobre la economía. Sin embargo, su combate contra la inflación está lejos de ser ganado, y deberá seguir aplicando esta política durante mucho tiempo más, máxime si se tiene en cuenta la crisis de energía que vive Reino Unido, con el combustible casi en máximos históricos, y el gas natural subiendo nuevamente día a día.
De allí es que el impacto que tendrá el PBI a conocerse en pocas horas tendrá un peso propio sobre la libra esterlina, que en las últimas 24 horas se ha movido en un muy estrecho rango de precios. Desde ya, un PBI muy negativo hará trastabillar a la moneda británica nuevamente, y una sorpresa positiva le dará un fuerte impulso alcista.
El yen, por su parte, vuelve a ofrecer sus últimamente habituales movimientos indescifrables, con alzas y bajas de 200 a 300 puntos en pocas horas. El par USD/JPY llegó a mínimos de una semana para volver sobre sus pasos y crecer más de 130 puntos en la misma sesión americana del jueves. A mediano plazo, el yen mantiene una postura alcista, que lo llevará debajo de 130.00, con un objetivo visible en 125.00.
El dato de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan tendrá un impacto menor en el dólar, y la apertura de Wall Street puede ser nuevamente determinante. Todo indica que la semana puede terminar con sonrisas entre los operadores bursátiles.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
Adrián Aquaro
Trader College