La creciente preocupación por la fragilidad del suministro de gas natural a Europa, sumada a los buenos datos laborales de EE.UU., ha hecho que el temor a la recesión se concentre ahora en Europa.
Ahora entramos en una semana marcada por la inflación en Estados Unidos. El informe del IPC se ha convertido en el indicador más importante a nivel mundial, y se espera que la tasa principal muestre el miércoles un nuevo máximo de varias décadas (aunque los datos básicos podrían retroceder un poco). Por lo demás, será una semana con pocas noticias relevantes, y los siempre imprevisibles titulares sobre la situación energética en Europa podrían tener un impacto mayor en los mercados.
EUR
La gran fortaleza del dólar y la inquietud por el suministro de gas natural a Europa Central se conjugaron la semana pasada para empujar al par EUR/USD a mínimos de dos décadas. El temor a que una interrupción del suministro de gas provoque cortes en Europa Central convierte a la moneda común en una patata caliente que nadie quiere sujetar, al menos por ahora.
Esta semana no hay noticias de la Eurozona que vayan a mover el mercado, por lo que el informe del IPC en EE.UU. será clave.
USD
El último informe del mercado laboral de EE.UU. ratifica nuestra opinión de que no se contempla una recesión. Se siguen creando puestos de trabajo a un ritmo mucho más rápido que el crecimiento de la población activa, el desempleo se mantiene muy por debajo del 4% y el número de puestos de trabajo disponibles es mucho mayor que el de los solicitantes de empleo.
Los mercados estan volviendo a valorar que muy probablemente la Reserva Federal haga una subida de 75 puntos básicos en la reunión de julio. Sin embargo, el obstáculo clave sigue siendo el informe de inflación de esta semana. En nuestra opinión, más importante que el índice principal será el subyacente. En otros informes, como el PCE, ha habido indicios de estabilización. Una sorpresa a la baja podría hacer que los mercados volvieran a valorar una subida de 50 puntos básicos y, dado el posicionamiento al alza, provocar una caída a contracorriente del dólar.
GBP
La dimisión de Boris Johnson ha sido el tema protagonista de una semana en la que, por lo demás, los datos han sido escasos; aún así la libra esterlina ha conseguido subir frente a todas las demás divisas europeas y casi ha seguido el ritmo de la incesante subida del dólar. Los índices PMI de actividad empresarial de junio se corrigieron al alza, lo que también favoreció a la moneda.
Con la publicación de los datos de mayo sobre la construcción, la producción industrial y la balanza comercial esta semana volveremos a enfocarnos puramente en la actividad económica.