La publicación de las cifras de empleos no agrícolas de junio mantiene la atención de los operadores en las primeras horas del viernes. Si bien la tasa de desempleo se mantendría en el 3.6%, sin cambios respecto a mayo, la cantidad de empleos creados podría ser sensiblemente menor a la del mes anterior.
La variable del empleo se mantiene sólida en Estados Unidos, y la Fed hace gala de ello. Precisamente, en la robustez del sector, y en una economía que el organismo juzga como fuerte, es que basa su decisión de elevar la tasa de interés en varias oportunidades, pese a que las principales variables comienzan a ofrecer algunas dudas para el futuro.
Por ello, si bien los datos de empleo no deberían generar un impacto muy importante en los activos principales, sí podrían resultar como un freno para el dólar, que día a día viene tocando máximos de más de dos décadas ante el euro, y de más de dos años ante la libra, además que permanecer durante semanas en la zona de máximos de 26 años ante el yen.
Mientras esto sucede, la bolsa de Nueva York vive un saludable rally en sus acciones principales. El S&P 500 ha crecido durante toda la semana, y lo propio sucede con el Nasdaq 100. Las acciones tecnológicas, que suelen mostrarse más volátiles que las de otros sectores, esta vez terminan la semana (a falta de la sesión de la fecha, por supuesto) con una ganancia importante, luego de una caída fenomenal de la bolsa en general.
De todas formas, el temor a que la economía caiga en recesión no ha variado. La fortaleza del dólar no solo obedece a que la Fed elevará la tasa, sino también a esta presunción. Las materias primas sienten el impacto, y si bien lograron recuperar algo de terreno el jueves, permanecen débiles en el corto plazo.
El petróleo y el gas natural, que hasta hace pocos días eran los dos factores de preocupación más importantes por su impacto en la inflación global, ahora pierden posiciones con cierta velocidad. El petróleo se mantiene con esfuerzo por encima de los 100 dólares, pero el gas ya está lejos de los 6 dólares.
Las restricciones en la oferta de estas materias primas (Europa prohibió la compra de petróleo trasladado por barco desde Rusia, y Moscú respondió cortando el suministro de gas a Alemania y amenaza con hacerlo con toda Europa en el inicio del invierno boreal) ahora pierden valor ante la posibilidad de que haya recesión. Habrá que ver si, en definitiva, no estamos ante una corrección bajista de cierto tenor, antes de continuar el camino alcista iniciado en febrero, junto con el comienzo de la guerra en Ucrania.
En plena sesión asiática, las monedas europeas intentan alejarse de sus respectivos mínimos de la víspera, y puntualmente el euro podría acelerar una recuperación al quiebre de 1.0210, un nivel que le costará pasar en un primer impulso. La libra tiene algo más de aire, cotizando por encima de 1.2000, luego de perder la cota de 1.1900 esta misma semana.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
Adrián Aquaro
Trader College