Indra marca el objetivo principal ligeramente por encima del 50% de Fibonacci, en los 9,55 euros por acción.
Por Darío García (XTB)
Los movimientos internos en Indra han generado, por segunda vez en el año, enormes correcciones en su cotización. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el organismo estatal con gran peso en la mesa del consejo de administración de la compañía, cesó recientemente a cinco vocales.
Otro, de manera voluntaria, dimitió bajo la presión de que el interés de la SEPI es no tener oposición alguna en las decisiones que se tomen dentro de la empresa.
Mientras, los minoritarios se alzan con la intención de llevar a los tribunales lo que consideran un asalto a la cúpula directiva de la compañía. Consideran que se están perjudicando sus intereses por los cambios en la compañía y, por lo tanto, formalizarán la presentación de una demanda.
A pesar de la batalla legal que pueda afrontar la compañía, la gran corrección vivida recientemente puede ofrecer la oportunidad de un gran rebote en la cotización. Con una entrada a mercado, el límite de pérdidas lo situaremos en los mínimos de referencia anteriores de principios de año, en los 8,16 euros por acción.
Los objetivos estarían definidos por la estructura de Fibonacci reciente. El principal, lo marca ligeramente por encima del 50%, en los 9,55 euros por acción.
El objetivo secundario y más arriesgado se ubicaría por encima del 61,8% de la misma estructura, en la zona de los 10,13 euros por acción. Coincide con el límite superior del hueco en el precio generado por la noticia la semana pasada.