Ahora que las reuniones clave de los bancos centrales han quedado atrás, los mercados se centrarán en los principales datos macroeconómicos, para ver si los evidentes temores de recesión en los mercados de valores están justificados. El jueves se perfila como un día clave en este sentido, ya que se publicarán los índices PMI de actividad empresarial en la eurozona, Reino Unido y Estados Unidos. Estos índices son especialmente reveladores en los dos primeros. Esperamos que todos los índices de las tres zonas económicas sigan siendo consistentes con una expansión continuada, lo que puede aliviar los temores de recesión.
EUR
La reunión de emergencia ad hoc del BCE, provocada por la explosión de los diferenciales entre la deuda soberana periférica y la de los países centrales, calmó a los mercados, a pesar de la falta de detalles. Aunque esto fue suficiente para poner un límite temporal a la moneda común, esperamos que los mercados exijan detalles pronto.
Los discursos de los miembros del BCE programados para esta semana podrían arrojar una luz muy necesaria sobre la herramienta antifragmentación. Por lo demás, el avance de los índices PMI del jueves debería acabar con los temores de contracción inmediata y podría servir de catalizador para una subida del euro.
USD
La Reserva Federal reaccionó a la sorpresa de la inflación de la semana anterior con una considerable subida de 75 puntos básicos (la primera de esta envergadura en tres décadas), y con un mensaje fuertemente hawkish. Mientras que los mercados bursátiles y los activos de riesgo en general reaccionaron como cabría esperar (negativamente), el comportamiento del dólar fue más variado y no logró una subida realmente convincente.
Los índices PMI estadounidenses suelen producir menos movimientos en el mercado que los de otros países. Sin embargo, el mercado se centrará mucho el miércoles y el jueves en el testimonio anual ante el Congreso del presidente de la Fed, Jerome Powell, donde esperamos que aclare aún más hasta qué punto la Reserva Federal está dispuesta a restringir la actividad económica para que la inflación se vuelva a situar en el objetivo.
GBP
El Banco de Inglaterra volvió a cambiar de rumbo la semana pasada. Aunque la subida de tipos de 25 puntos básicos era de esperar, hubo tres voces discrepantes del ala hawkish (ninguna del grupo más moderado), y las comunicaciones del Comité de Política Monetaria se volvieron agresivas, haciendo hincapié en la flexibilidad para responder a las sorpresas inflacionistas, incluyendo subidas de 50 puntos básicos si fuera necesario. La libra esterlina reaccionó bien a la noticia y, aunque perdió algo de fuelle el viernes, terminó la semana al alza frente al dólar.
Esta semana, además de la publicación clave de los índices PMI, conoceremos el informe de inflación de mayo. Un nuevo récord podría hacer que los mercados aumenten sus expectativas sobre las subidas de tipos por parte del Banco de Inglaterra y, paradójicamente, serviría para apoyar a la libra.