Los bancos centrales han cobrado un protagonismo clave en el día a día. Sus últimas decisiones adoptadas sobre el aumento de subidas de tipos con el objetivo de combatir la inflación han provocado turbulencias en las bolsas mundiales.
Por Manuel Pinto (XTB)
En el caso del sector bancario, la correlación positiva con la subida de tasas es la más alta de entre todos los componentes de un índice, y sin embargo el temor a una posible recesión ha causado caídas generales.
Sin embargo, una vez que hemos visto estas caídas creemos que los fundamentales del conjunto se aclaran y deberían dejar un periodo de tiempo donde sus beneficios aumenten de manera considerable.
La producción hipotecaria ha sido muy alta estos años, y el aumento de tasas y los intereses de los bonos permite que aumente la rentabilidad de los productos de ahorro incrementando por tanto su demanda y comisiones.
En el caso concreto de Banco Santander cuenta ademas con una magnífica diversificación sectorial y geográfica que permite reducir riesgo de un país concreto. Además, Brasil podría estar en un nivel de soporte que permita, gracias a su superávit comercial, aumentar el precio de su divisa.
Mientras tanto, el dólar americano, divisa de una región donde la entidad continúa su crecimiento, se acerca a la paridad con el euro.
A nivel técnico, podemos ver la cotización del valor dibujando una cuña alcista, viendo el precio actualmente en su parte baja. En caso de ruptura de esta figura nos encaminemos a un primer nivel objetivo de 2,9 euros por acción, coincidente con el nivel 50,0 del retroceso de Fibonacci.
A largo plazo, el precio objetivo a vigilar entraría en el umbral de los 3,5 euros marcados como una resistencia clave, que han sido los máximos de 2021 y 2022. También en el RSI vemos una señal clara de sobreventa.