Un comienzo de semana distinto al de siempre tuvimos en los mercados este lunes. El dólar inició la sesión con un ataque masivo contra el yen, la libra esterlina y el dólar canadiense, para extender su dominio más tarde al euro y al franco suizo.
Las consecuencias de los datos de inflación de mayo comienzan a palparse. El costo de vida, sobre el cual los medios del mundo informaron profusamente durante todo el fin de semana, llegó a su máximo de 41 años, con la inflación subyacente apenas por debajo de la medición de abril, pero por encima de lo esperado.
La bolsa de Nueva York abrió la semana con pérdidas muy importantes, cayendo el S&P 500 un 3.5%, y quedando de esta manera oficialmente en posición bajista, luego de perder un 20% en estos primeros meses de 2022. El Nasdaq 100 no le fue en saga, cayendo más del 4%, con las acciones de tecnología cayendo más que las de otros sectores. Entre ellas, la caída de Tesla se destacó por la implicancia negativa que tuvo su anuncio de realizar un “Split” de 3 x 1 en sus acciones.
Con todo, el yen, que a primera hora llegó a 135.15 en un nuevo mínimo de 20 años, logra hacer pie en las primeras horas del martes. El quiebre, por ahora no confirmado, de la zona de 134.00 podría ser un poco más sustentable si el dólar deja de escalar posiciones en la forma que lo hizo en la víspera.
En cambio, el euro y la libra lucen sumamente débiles. La moneda única quedó a un paso de sus mínimos anuales en 1.0348, y la libra alcanzó un nuevo mínimo de más de un año y medio, al tocar 1.2105, con lo que se acerca a la zona de 1.2000.
La onza de oro, que había recuperado posiciones en forma inesperada el viernes, cedió todas sus ganancias y cotiza en orden a los 1825.00 dólares en la sesión asiática de este lunes.
El temor a que la Fed endurezca por mucho tiempo su política monetaria es lo que prima en el ánimo de los operadores. El banco central prepara un alza de tasa de interés para el miércoles y un periódico financiero líder en Nueva York publicó una editorial cuando cerraba la sesión americana del lunes con un pronóstico que inquietó aún más: el alza podría ser del 0.75% en la tasa, algo que hace décadas no ocurre.
Sería bueno saber que grado de certeza existe respecto a esta apreciación. Para más decir, suena a un sondeo emitido para saber cual sería la reacción de los mercados en un caso así, y lo que pasó en la última media hora de operaciones en la bolsa de Nueva York el lunes es una clara muestra. Salvo que todo cambie en pocas horas, la Fed aumentará la tasa en un 0.5% en junio.
Por el momento, no se pueden esperar horas tranquilas en los mercados, y el clima de negocios se desarrollará como viene sucediendo desde mediados de febrero. La guerra, la pospandemia y la inflación galopante, con el atenuante de una actividad económica en China en plena recuperación, son suficientes motivos para entender las turbulencias que viven los mercados.
A la hora de buscar responsables de hacer caer a la economía de Estados Unidos en recesión, con alta inflación y mercados volcados a la baja, la Fed será señalada.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College