Desde el año 2010 con la creación de la bitcoin se ha venido hablando cada vez más de las criptomonedas. Hoy en día, aunque muchos aún no saben cómo funcionan, podemos estar seguros que es difícil de encontrar alguien que no haya escuchado el término y no tenga una vaga idea de ellas.
Estas monedas son totalmente virtuales y se basan en una construcción criptográfica para terminar creando una divisa que no puede ser duplicada y que es totalmente segura en los intercambios entre usuarios. Además de eso, estas criptomonedas poseen un valor que es dado tanto por aquellos que invierten en ella como por la cantidad de compras de la misma y por el límite de ellas en el mercado.
Claramente, las criptomonedas llegaron para quedarse y a la vez nos ofrecen un sin número de ventajas, pero ¿verdaderamente son el futuro de la economía? Las opiniones de ello difieren enormemente depende de a quién le preguntemos. Por ello en este artículo trataremos de estudiar sus ventajas, así como las características que las hacen ideales para el futuro de la economía mundial.
¿Qué ventajas nos ofrecen las criptomonedas?
En el mundo actual, siempre que realizamos una transacción electrónica, terminamos usando un intermediario. Si hacemos transferencias electrónicas utilizamos la banca, si recargamos en un casino online para jugar utilizamos servicios de billeteras electrónicas, o si utilizamos nuestra tarjeta de crédito aprovechamos instituciones que nos otorgan este beneficio crediticio.
El problema está en que cada vez que realizamos cualquier transacción, dejamos atrás tanto parte de nuestra información personal, como diferentes comisiones a modo de pago por el uso de estas plataformas. En cuanto a esto, las criptomonedas nos ofrecen transacciones rápidas, simples de manera digital sin tener que brindar información alguna a intermediarios, ahorrándonos tanto comisiones como impuestos por transacciones internacionales.
Por otro lado, dado que la divisa no es regulada por ningún estado en sí, esta posee las mismas reglas para todos sus usuarios, siendo imposible cambiarlas a menos que todos los que la usan estén de acuerdo. Eso hace que las barreras en cuanto a valor monetario, se mantengan igual, indiferentemente desde que país estemos.
Pero, ¿qué dicen sus detractores?
Así como permiten realizar transacciones sin entidades reguladoras ni intermediarios, esta situación se ha hecho predilecta para que algunos usuarios utilicen estas transacciones de manera inadecuada. Esto ha hecho que muchos gobiernos a nivel mundial busquen prohibir las criptomonedas como ha hecho China. De esta manera los gobiernos buscan poder regular y aplicar la ley de una manera más fácil y rápida, sin permitir que ciertos usuarios abusen del anonimato tras las transferencias de criptodivisas.
Seguido de ello, debemos decir que las criptomonedas tienen su valor ligado a la opinión que le dan aquellos que las poseen. Esto hace que este mercado sea una burbuja económica en cuanto a volatilidad, pudiendo explotar en cualquier momento, haciendo que se presenten pérdidas gigantescas para aquellos que las poseen. Si no se tiene cuidado, cualquier usuario puede ir a la bancarrota de la noche a la mañana.
Finalmente, está el hecho que no puedan ser reguladas por el estado, lo cual ha llevado a muchas disputas legales en torno a ellas. Muchos países aún no poseen leyes ni procedimientos adecuados para llevar a cabo juicios en materia de criptodivisas, cosa que ha favorecido estafas de todo tipo y que terminan saliendo impunes.
Entonces, ¿son las criptomonedas el futuro?
Aunque actualmente se han convertido en tendencia desde el punto de vista económico, al menos en España, falta mucho para que sean adoptadas como parte de la cultura del país.
El sistema tradicional bancario rechaza constantemente la creación de cualquier criptodivisa, lo que ha hecho surgir dos bandos: aquellos que hacen que las criptomonedas sean vistas de manera negativa por la mayoría de las personas; contra los inversores que buscan hacer que se vuelvan tendencia como opción para llevar a cabo muchos pagos.
Si saltamos al ámbito mundial, el panorama cambia un poco. Muchos países como Estados Unidos e Irlanda han empezado a buscar convivir con leyes de impuestos a las ganancias que generan las criptomonedas, y otros como El Salvador han dado pasos mucho más agigantados legalizando la bitcoin completamente su uso e instruyendo a sus ciudadanos a tomarla como una opción de inversión a futuro dentro del país.
Finalmente, aunque el potencial de las criptomonedas es inmenso, para que estas empiezan a transformarse en la divisa del futuro se necesitará varios años donde los usuarios poco a poco introduzcan el concepto de las mismas en su vida. De esta manera, no sería raro que en un futuro podamos adquirir cualquier bien o servicio en cualquier parte del mundo, de manera rápida y automática.