La enorme pérdida de beneficios de Netflix a principios de esta semana ha indicado a los inversores que el aumento del crecimiento de suscriptores impulsado por la pandemia ha sido sólo una ilusión, ya que la realidad del abarrotado mundo del streaming es cada vez más sombría.
La empresa con sede en Los Gatos, California, comunicó el martes a los inversores que su negocio perdió impulso en el primer trimestre de 2022, con un descenso de 200.000 clientes totales.
Y el futuro tampoco parece muy brillante. Netflix prevé perder otros 2 millones de suscriptores este trimestre, pronóstico que ha contribuido a impulsar un desplome diario del 35% de sus acciones, su pérdida más importante en un día desde 2004.
El descenso ha sido tan rápido y brusco que Netflix vale ahora menos de 100.000 millones de dólares, frente a los 308.000 millones de dólares de capitalización de mercado que tenía en noviembre.
Esta debacle se produce tras dos años de crecimiento sin precedentes, principalmente debido a las restricciones de movimiento y al cierre de cines en todo el mundo a causa del COVID. Netflix captó más de 36 millones de clientes en 2020 y 18,2 millones en 2021.
Tras la caída de esta semana, las acciones de Netflix son ahora las acciones de peor rendimiento del año en los índices de referencia S&P 500 y NASDAQ 100.
Perdiendo terreno
El entorno inflacionario postpandemia es uno de los muchos obstáculos a los que se enfrentan las empresas de alto crecimiento en estos días. Pero en el caso de Netflix, las razones de esta caída son más específicas de la empresa.
Netflix ha señalado la prevalencia del uso compartido de contraseñas y la creciente competencia como los dos factores principales que han contribuido a la caída del crecimiento de suscriptores. La compañía afirma que más de 100 millones de hogares utilizan su servicio sin pagar.
Netflix también está perdiendo terreno frente a otras empresas de streaming. Ayer, HBO y HBO Max informaban de que contaban con 76,8 millones de suscriptores al final del primer trimestre de 2022. Eso supone un aumento de 3 millones de suscriptores con respecto al trimestre anterior y un salto de 12,8 millones en el conjunto del año.
¿Adónde se dirige Netflix a partir de ahora?
A corto plazo, parece que nadie tiene una idea clara. Sin embargo, los analistas han rebajado la calificación de las acciones tras su desastroso informe de resultados.
Al menos 10 empresas de Wall Street han rebajado sus calificaciones sobre las acciones esta semana, según CNBC.com, incluidas dos que han emitido una poco habitual doble rebaja.
Nat Schindler, de Bank of America, rebajó la calificación de las acciones —hasta entonces de “compra”—, diciendo a sus clientes que Netflix tardará en volver a demostrar que es una buena opción de inversión. Su nota añade:
«Wall Street sabe ahora que la las poco alentadoras previsiones del trimestre pasado no eran ningún disparate, y creemos que los inversores tardarán en creer que Netflix pueda volver a crecer».
Los analistas tampoco tienen muy claro cuánto tiempo tardarán Netflix en conseguir limitar el uso compartido de contraseñas e introducir un servicio con publicidad.
Aunque ha rebajado la calificación de las acciones de “sobreponderación” a “neutral”, Piper Sandler ha dicho que el golpe de cara a los próximos dos años va a ser considerable. La nota dice:
«Aunque se está abordando el tema de compartir contraseñas y un nuevo servicio con publicidad parece viable, hemos rebajado sustancialmente las previsiones de suscripción para 2022 y 2023″. Es un modelo de menor crecimiento y menor visibilidad, lo que nos lleva a mantenernos al margen».
El inversor multimillonario William Ackman vendió ayer todas las participaciones de Netflix que incluía en su fondo de cobertura tras la liquidación de enero. Este movimiento ha supuesto una pérdida de unos 400 millones de dólares para su fondo. Ackman dijo que su fondo Pershing Square (NYSE:SQ) había:
«perdido la confianza en nuestra propia capacidad para predecir las perspectivas futuras de la compañía».
Conclusión
Netflix ha perdido impulso tras registrar un crecimiento notable durante la última década. Existe una considerable incertidumbre en torno al éxito de sus planes futuros y el entorno competitivo sigue evolucionando, por lo que comprar en la caída puede ser una estrategia arriesgada.
Artículos publicados con la autorización de Investing.com. Por favor, consulte importantes advertencias de riesgo y legales.