El dólar no encuentra un techo en estas sesiones, y sigue alcanzando máximos en su combinación ante las monedas principales. El dólar index, que de ello se trata, llegó a su máximo de 2 años en las últimas horas, poniendo en relieve la fortaleza del billete, que tiene múltiples motivos para estar en esta posición. El primero, sin dudas, es la chance cada vez más cierta de que la Fed aumente los tipos de interés en por lo menos 5 oportunidades en 2022, lo cual dejaría a los mismos en un nivel cercano al 2% para fin de año.
Es verdad, no alcanza para mucho. La inflación supera el 8% en un año, y por ahora no da señales de respiro. Precisamente, los datos de inflación de marzo quedarán publicados este martes a las 8:30 del este, y allí se despejará cualquier duda acerca de las próximas acciones de la Fed, si es que aún persisten.
Claro que el dólar es, además, el refugio natural de los inversores, y en un escenario como el actual lo es más aún. Las negociaciones entre Ucrania y Rusia ya no tienen validez alguna, y las únicas noticias que llegan desde la zona en la que se enfrentan ambos países hablan de la cantidad de víctimas, producto de la invasión rusa. Lo más grave es que el mundo comienza a naturalizar esta situación, como sucedió con la pandemia en su hora.
Las monedas europeas se mueven a la baja casi sin pausa. El euro se aleja de la zona de 1.0900, aunque técnicamente aparece una divergencia entre su precio y los indicadores principales, por lo que la superación de 1.0900 podría cambiar este panorama en el corto plazo. Por otra parte, los datos de inflación de Alemania, conocidos a primera hora, no son precisamente alentadores: el costo de vida superó el 7% interanual en la primera economía europea, algo que obligará al Banco Central Europeo a dejar de dar discursos vacíos y preventivos, y a tomar acción en forma directa.
La libra esterlina se mueve en línea con el euro. Cerca de sus mínimos anuales de 1.2977 de la semana anterior, aunque superando ahora mismo la cota de 1.3000, pero algo lejos de despejarla, lo cual ocurriría solo superando 1.3040. Tanto el euro como la libra se mueven en rangos de precios relativamente estrechos, pero suficientes como para dejar en claro su debilidad en el corto plazo.
El yen, por su parte, quedó el lunes a escasos 8 puntos de sus mínimos de mayo de 2015. La moneda nipona pierde posiciones velozmente, sobre todo en el horario asiático, y por ahora no encuentra un piso cierto, pese a que su nivel de sobreventa es muy marcado en los gráficos semanales y diarios. La devaluación del yen, defendida y atacada en partes iguales en Japón, es producto de preocupación en el BoJ, que podría intervenir si la situación se mantiene de esta forma. No es habitual que el banco central tome acción para revaluar su moneda, algo que no hace desde 1986. Sí, en cambio, lo hizo varias veces en los últimos 20 años ante los ataques de mercado (el último fue en el último trimestre de 2011 con el yen a 75.50) para devaluar.
Respecto a la bolsa de Nueva York, inició la semana con fuertes pérdidas, aunque los futuros de los índices Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq 100 tratan de revertir tal situación en estas horas. La inflación de marzo puede ser decisiva en la apertura de la sesión de este martes.
Por último, la onza de oro parece retomar un camino alcista muy marcado, y ya superó los 1965 dólares en la víspera. Aún le queda un buen camino por recorrer para despejar el área de 1975 dólares, los máximos del 24 de marzo, aunque si lo logra, los 2000 dólares por onza quedarán al alcance de la mano.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College