Si bien las discusiones en el ámbito del Banco Central Europeo en su última reunión de política monetaria dejaron en claro que los planes de estímulo ya llegaron a un límite, y que lo que viene ahora es terminar con ellos, el euro sigue presionado a la baja.
El BCE podría elevar sus tipos de interés sobre fines de 2022, algo que luce lógico en el contexto actual, pero que además estaría en línea con las medidas que, en ese sentido, están tomando otros bancos centrales que suelen actuar en forma paralela, como el Banco de Inglaterra y la Fed.
El euro logró recuperar terreno una vez conocido el resumen de la reunión mencionada, pero vuelve a caer en las primeras horas del viernes, con una tendencia bajista en los gráficos de 4 horas y diario. Sin embargo, la extrema sobreventa del par EUR/USD (ya lleva 6 días se caídas, y se encamina al séptimo consecutivo), podría limitar la baja de la moneda única. Por otra parte, la amplitud de precios de las últimas velas bajistas ha sido sensiblemente menor a las anteriores, lo cual técnicamente se ve como una pérdida de velocidad. De allí es que algunos indicadores, como momento, comiencen a apuntar en dirección contraria en estas horas, anticipando una recuperación del euro.
La zona de 1.0805, mínimos del año y de los últimos 23 meses, aparece nítida en el horizonte. Por el momento, el euro cotiza a 1.0860, aunque solo el quiebre de 1.0830 derivará en una baja adicional del par EUR/USD.
Desde un costado vinculado a las noticias, el euro se ve presionado por el diferencial de tasa entre la Fed y el BCE, por la búsqueda de refugio en el dólar por parte de los operadores, pero sobre todo por la preocupación que genera en los mercados la continuación de la guerra en Ucrania, que ya suma 45 días, sin que se vislumbre un corte, con negociaciones de paz totalmente estancadas.
También pesan las elecciones presidenciales en Francia, cuya primera vuelta tendrá lugar el domingo. El actual presidente Macron aventaja a Marine Le Pen, de extrema derecha, aunque la preferencia ha disminuido en los últimos días. Si Macron lograra una ventaja decisiva para la segunda vuelta, el euro podría verse beneficiado.
Estos mismos factores, aunque algo más atenuados, afectan a la libra esterlina. La divisa británica no logra recuperarse, aunque el quiebre de 1.3130, que no se ve tan lejano, podría cambiar su actual sesgo bajista.
El yen, que días atrás había mostrado signos de recuperación, vuelve a posicionarse cerca de 124.00. La ampliación de la base monetaria por parte del Banco de Japón, la fortaleza del dólar y las pérdidas que está sufriendo Japón por los pagos de importación de petróleo, que creció en forma geométrica en los últimos meses, han generado esta situación. Sin embargo, el petróleo ya se ubica cerca de sus niveles anteriores a la guerra, sin que el yen logre capitalizar tal baja. Solo el quiebre de 122.00 podrá cambiar el panorama actual, algo que no parece del todo viable en estas horas, pese a que crecen las versiones de una intervención del par USD/JPY por parte del BoJ.
Los futuros de los índices bursátiles de Nueva York, en tanto, se alejan de sus mínimos de la víspera, y comienzan a dar buenas señales para este viernes. En la víspera, las acciones principales no ofrecieron demasiadas alternativas, aunque claramente están perdiendo el brillo que supieron mostrar hasta la semana anterior.
Los datos de empleo de Canadá de marzo serán las cifras a seguir este viernes. El Loonie canadiense se ha mostrado algo más débil en las últimas sesiones, aún cuando conserva una gran fortaleza de mediano plazo, producto del alza de tipos de interés del BoC, y los altos precios del petróleo.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
Adrián Aquaro
Trader College