Las acciones del gigante energético estadounidense ExxonMobil llevan más de un año en una enorme carrera alcista. Tras subir un 67% en 2021, la empresa con sede en Irving, Texas, ha ganado otro 35,8% en lo que va de año, superando a los tres principales índices de Estados Unidos. Las acciones cerraron el lunes en 83,16 dólares.
Aunque el actual repunte ha bastado para recuperar todas las pérdidas provocadas por el COVID, las acciones de Exxon siguen estando lejos de sus máximos históricos de cierre de 104,38 dólares, registrados en junio de 2014, cuando el mayor productor de petróleo de Estados Unidos era también la empresa más valiosa del mundo.
Desde entonces, las acciones de Exxon han decepcionado a los inversores a largo plazo, quedando rezagadas con respecto al S&P 500 en más de 200 puntos porcentuales durante los últimos 10 años.
La retirada de la empresa del Dow Jones de Industriales en agosto de 2020, tras casi un siglo en este índice de 30 componentes, marcó un hito en su declive.
Sin embargo, la actual racha alcista hace que muchos inversores se pregunten si Exxon vuelve a ser una buena inversión a largo plazo, especialmente cuando la configuración macroeconómica parece ser propicia a nuevas ganancias.
El Brent, petróleo de referencia internacional, ha subido más de un 60% en comparación con el año pasado, impulsado por el conflicto entre Rusia y Ucrania y la sólida demanda mundial en el entorno postpandemia.
Aprovechando este repunte de las materias primas, Exxon anunció su mayor beneficio en casi ocho años cuando presentó sus resultados del cuarto trimestre el pasado mes de febrero.
Los ingresos netos ajustados por elementos no recurrentes ascendieron a 2,05 dólares por acción, 0,11 dólares por encima de la media de las estimaciones de los analistas. Exxon también pagó 9.000 millones de dólares de deuda, reduciendo las obligaciones pendientes a niveles prepandemia.
Se avecinan más recortes de costes
Con los precios de la energía todavía más elevados en comparación con el año pasado, 2022 podría ser aún más rentable para la empresa. Los analistas creen que Exxon registrará un aumento del 45% en las ventas del primer trimestre cuando presente sus últimos resultados a finales de este mes.
Además, Exxon sigue recortando costes, creando un gran colchón para cubrir su cuenta de dividendos. El rendimiento de sus acciones asciende actualmente a un 4,23%, el tercero más elevado del índice S&P 500. El mes pasado, en su Día del Inversor, la empresa anunció que tiene previsto ahorrar 3.000 millones de dólares más en costes hasta finales del año que viene para impulsar la rentabilidad de los accionistas y beneficiarse de los elevados precios del petróleo.
Los costes estructurales se reducirán en 9.000 millones de dólares para finales de 2023, en comparación con los cuatro años anteriores, lo que supone un aumento del 50% con respecto al objetivo anterior, ha dicho la empresa en un comunicado. Este nuevo ahorro reduciría los costes en 10 dólares por barril y bastaría para pagar el 60% del dividendo de la compañía. Según Exxon, ese ahorro ayudaría a duplicar los beneficios y el «potencial» de flujo de caja de cara a 2027, al tiempo que aumentaría la rentabilidad.
Estas medidas animan a los inversores en Exxon a largo plazo cuyo objetivo principal es obtener dividendos. Sin embargo, los inversores también deben tener en cuenta que las acciones de Exxon podrían haber tocado ya techo en el ciclo actual, dada la creciente incertidumbre sobre las previsiones de crecimiento económico y de la demanda.
Algunos economistas creen ahora que la economía mundial podría entrar en recesión a finales de este año, ya que los bancos centrales de Estados Unidos y de otras grandes economías suben los tipos de interés para frenar la creciente inflación.
Tal vez por eso la calificación de consenso para las acciones de Exxon es neutral, según una encuesta de Investing.com a 29 analistas.
Fuente: Investing.com
Conclusión
El precio de las acciones de Exxon, en nuestra opinión, refleja las actuales perspectivas alcistas de los mercados energéticos, en los que los precios del petróleo y el gas han experimentado un importante giro desde principios de año. Dicho esto, la situación financiera de Exxon es mucho más sólida, lo que hace que su dividendo sea una apuesta segura para los inversores que buscan ingresos a largo plazo. Sin embargo, en nuestra opinión, los inversores interesados deberían esperar al margen hasta encontrar un mejor punto de entrada.
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