Desde luego quien vea a los telediarios de Atresmedia estará harto hasta el vómito de las veces que aprovechan para decir lo líderes que son de audiencia en cada franja desde hace tantos meses, lo buenos que son sus profesionales y lo bien que va todo en el grupo audiovisual. Pero chicha, lo que se llama chicha, “ná de ná y ni ponche ni limoná”.
Este año vale, máximos y mínimos ascendentes una canalización alcista de donde el mínimo lo marcó a finales de año en 3.15 euros y el máximo en 3.96 euros. Vamos, para haberse vuelto locos con las plusvalías.
Lleva un año ahora consolidando en tiempo un impulso alcista precedente de 2 a 4 que sí, ese fue el bueno, un 100% neto cuando no decían nunca lo líderes y lo buenos que son todos sus profesionales. Desde que han empezado a cacarearlo, nada, a rango entre el máximo de abril 2021 y el 38,2% de Fibonacci. Este 2022 solo se ha revalorizado un 10,6% que no está mal,, pero no es para tanta presunción, aunque los tiros no van solo por la imagen y para llamar la atención de potenciales accionistas, también está para darle en las narices a Mediaset, que últimamente es más noticia la cadena por su circo rosa que por sus contenidos, que son escasos y malos, salvo honrosas excepciones sobre todo en su cadena Cuatro.
Lo último de Mediaset fue la movida de Berlusconi que quería quedársela por muy escasa prima; lo simpático es que en vez de subirla para que pague más si la quiere lo que ha hecho la acción es bajar de forma incomprensible para los vulgares accionistas. Si ya se sabe el valor ¿por qué cotiza por debajo?
Autor: Bolsacanaria