La evolución de la guerra entre Ucrania y Rusia condiciona el comportamiento de las monedas principales en estos días. El euro, la libra esterlina y el yen se mueven en forma errática, con alzas y bajas constantes, conforme se van conociendo noticias del conflicto. Por momentos, crece la incertidumbre y los temores ante la posibilidad cierta de que Rusia utilice armas químicas, lo cual motivó que la OTAN haya enviado tropas a la zona de frontera de Ucrania con Polonia, y una gran cantidad de armamento; por otros, ante la chance de que Moscú centre sus ataques solo en el este de Ucrania, en los territorios auto declarados independientes, algo que trascendió el viernes por la tarde, devuelve algo de esperanza de paz para los próximos días.
El ánimo de los mercados se refleja en los precios y en la volatilidad de los activos principales. Como quedó antes mencionado, el euro no logra salir de un rango estrecho de precios, que vuelve una y otra vez a la zona de 1.1000, mientras la libra se ve limitada debajo de 1.3250, pese a que ambas monedas tienen motivos para crecer en los próximos tiempos.
El yen, en tanto, no deja de tocar mínimos multianuales. Esta vez llegó a niveles que no visitaba desde agosto de 2015, para ganar más de 100 puntos en pocos minutos, y caer nuevamente sobre el cierre del viernes.
Las materias primas se mueven en línea con las monedas. El petróleo está a medio camino entre sus máximos de 14 años y un cambio de tendencia, aunque no hay muchos motivos para que caiga. Si se mantienen las sanciones contra Moscú, y el conflicto se agrava, el petróleo puede superar con comodidad sus máximos. Esto sería, en su caso, perjudicial para algunas monedas, como el yen, y beneficioso para otras, como el dólar canadiense, y algunas monedas latinoamericanas.
El oro también prepara sus armas, y la zona de 2000 dólares aparece nuevamente en el horizonte cercano. La superación de 1975 dólares le abrirá la puerta a dicha cota, lo cual dependerá de la evolución del conflicto bélico.
Respecto a la bolsa de Nueva York, las acciones principales siguen presentando tendencia alcista en el corto plazo, algo ajenas a lo que sucede en Europa del Este. Los índices bursátiles siguen creciendo, con algunos altibajos, pero sin peligro por el momento. Solo una acumulación de malas noticias cambiaría esta situación, pero la crisis que generó el inicio de la guerra quedó atrás. Las acciones tecnológicas, en especial, mantienen una dirección alcista muy llamativa.
Esta semana, la publicación de la encuesta de empleos privados de ADP, y las nóminas de empleo no agrícolas, previstas para el viernes, serán lo que mantenga en alto la atención de los operadores. También el ISM de manufacturas de marzo, aunque en menor medida.
La evolución de la guerra será, nuevamente, lo más importante a seguir. Un acuerdo de paz, que parece tan lejos como cerca de ser alcanzado, será la clave para que los mercados financieros vuelvan a operar con normalidad.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College