La inversión económica ha experimentado una transformación espectacular a lo largo de los últimos años, ya que el desarrollo de Internet y la innovación tecnológica han permitido que cualquiera de nosotros pueda acceder a ella. El auge de las criptomonedas refleja a la perfección este proceso de democratización, pero también otros factores como el mayor conocimiento sobre este sector o el surgimiento de aplicaciones digitales que nos ayudan en este proceso.
A través de cualquier dispositivo con conexión a la red podemos acceder a información detallada de cualquier mercado, consejos acerca de inversiones e incluso realizarlas nosotros mismos. Esto hace que sea muy sencillo invertir en criptomonedas en AvaTrade, sobre todo cuando hay compañías que nos ofrecen la posibilidad de seguir sus mismas estrategias para familiarizarnos con el proceso. Por supuesto, este proceso no se limita tan solo a los usuarios digitales, sino que ha llamado la atención de grandes empresas multinacionales e incluso países, que cada vez invierten más recursos en estos nuevos activos. El último caso más llamativo es el de Estados Unidos, debido a que la mayor potencia económica del planeta plantea una regularización del sector.
El objetivo del país norteamericano es reafirmar su liderazgo en el mundo de las finanzas, pero también demuestra que estos nuevos mecanismos han llegado para quedarse. De hecho, todo apunta a que estos cambios todavía no han terminado y que tendrán repercusiones transversales en todos los actores económicos, aunque todo ello se observa desde un prisma más democrático.
Nuevas realidades económicas para un nuevo panorama
En este nuevo panorama económico puede participar cualquiera sin necesidad de dedicarse en exclusiva al sector de las inversiones, algo que era impensable hace tan solo un par de décadas. Sin embargo, con el paso del tiempo también se están produciendo desigualdades típicas de los modelos de inversión más tradicionales, algo que reflejan las “ballenas” dentro del mundo de las criptomonedas.
Algunos activos copan gran parte del mercado y su tendencia sigue al alza, pero en esta ocasión contamos con la diferencia sustancial de que esta información es accesible para cualquier persona. De este modo, los movimientos dependen de factores externos, pero podemos ser nosotros quiénes decidamos qué hacer con nuestros productos en todo momento. Esta realidad económica no es mejor ni peor, sino que debemos valorarla como diferente para adaptarnos a ella. Eso sí, una ventaja innegable es que cualquiera puede estar bien informado y que esto se convierte en una ventaja fundamental a la hora de planificar nuestros próximos movimientos.
El acceso a la inversión rompe con barreras tradicionales
Por último, no podemos pasar por alto que esta democratización de la inversión también ha afectado a otros modelos más tradicionales, debido a que la gente cada vez tiene más formación en este ámbito. Esto hace que otros productos tradicionales como el capital de riesgo también sean más accesibles para el usuario medio, algo que puede acarrear riesgos a medio plazo si no tenemos la experiencia suficiente.
La inversión se democratiza y esto nos plantea una nueva realidad a la que nos debemos de habituar todos los actores, tanto a nivel individual como las compañías o los propios Estados. Aun así, parece que las ventajas de estas transformaciones ganan a los inconvenientes, a pesar de que todavía queda mucho recorrido en este proceso de cambio y adaptación.