Los mensajes claramente hawkish del BCE de la semana pasada no han impedido que el euro se hunda hasta nuevos mínimos, mientras aumenta la preocupación por la estanflación o algo peor.
Las noticias económicas seguirán estando en un segundo plano ante el flujo de noticias sobre la guerra, por un lado, y la reacción por parte de los principales bancos centrales del mundo al nuevo shock de la oferta.
Esta semana será el turno de la Fed. Las expectativas del mercado de una subida de 25 puntos básicos nos parecen acertadas, y también esperamos un mensaje inequívocamente agresivo. Esperamos que la reunión del Banco de Inglaterra del día siguiente tenga más o menos el mismo resultado.
EUR
El BCE parece haber tomado por fin cartas en el asunto para restablecer su credibilidad en materia de inflación, pero por ahora los mercados siguen centrados en la amenaza de la guerra para la economía europea y el euro parece incapaz de superar el nivel de 1,10 frente al dólar. Esta es por ahora una lucha común a todas las divisas europeas, pero creemos que cualquier noticia positiva significativa de la guerra podría llevar a un repunte de la moneda común.
Mientras tanto, el jueves está prevista una serie de intervenciones del BCE que deberían aportar la claridad necesaria al calendario de subidas de tipos previsto por el BCE.
USD
La inflación de febrero en EE.UU. volvió a subir a un máximo de varias décadas de casi el 8%, pero al menos, por primera vez en un tiempo, no superó las expectativas del mercado. No obstante, la inflación subyacente también aumentó considerablemente. Esta semana el calendario macroeconómico es ligero, aparte, claro está, de la decisiva reunión de la Fed.
En principio, los agresivos comunicados que esperamos deberían ser positivos para el dólar, pero el hecho de que el euro no haya subido la semana pasada sugiere que esta correlación puede haberse debilitado tras la invasión.
GBP
Los datos mensuales del PIB del Reino Unido, muy sólidos, confirman que su economía estaba muy fuerte antes del shock de la guerra. Sin embargo, la libra esterlina no se ha beneficiado de estos datos y ha terminado la semana cerca de la parte inferior de la clasificación del G10. Nos sorprende el movimiento a la baja; pensamos que la divisa está sobrevendida y vemos margen para un repunte. La reunión del Banco de Inglaterra del jueves debería contribuir a ello.
Esperamos que el Banco de Inglaterra vuelva a subir los tipos y que se sume a la Reserva Federal y al Banco Central Europeo en el giro de sus comunicaciones hacia un mayor enfoque en la contención de la creciente inflación en medio de las nuevas perturbaciones de la oferta.