Entre las acciones de la era de la pandemia, las de Moderna podrían ser sin duda unas de las más extraordinarias. Desde 2020, el fabricante de la vacuna COVID-19, con sede en Cambridge, Massachusetts, ha subido un 680%, un impresionante repunte de sus acciones que ha superado con creces a la competencia.
Sin embargo, desde el inicio de 2022, las acciones de la empresa biotecnológica han caído más de un 42% ante la venta generalizada de acciones de crecimiento y los indicios de que los gobiernos podrían estar avanzando para poner fin a las restricciones impuestas a causa de la pandemia. Moderna cerró el martes en 144,97 dólares.
A principios de esta semana, Reino Unido anunció que planeaba poner fin a las restricciones por pandemia, convirtiéndose en el primer Gobierno occidental importante en hacerlo. Las personas con COVID-19 ya no tendrán que autoconfinarse a partir del jueves, mientras que el acceso a las pruebas gratuitas finalizará el 1 de abril. Estos cambios están sujetos a una votación del Parlamento.
En este contexto, no está claro cuánto crecimiento más pueden esperar los fabricantes de vacunas contra el coronavirus ya que muchos países están modificando rápidamente sus tácticas para hacer frente a la enfermedad.
Además, Moderna no cumplió las expectativas de los analistas en el tercer trimestre, en el que registró unos ingresos de 4.970 millones de dólares. Se espera que la compañía anuncie un beneficio por acción de 9,62 dólares y unas ventas de 6.570 millones de dólares cuando publique sus resultados del cuarto trimestre de 2021 el jueves, 24 de febrero, antes de la apertura del mercado.
El director ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel, dijo la semana pasada a la CNBC que es «razonable» asumir que la compañía puede estar acercándose a las etapas finales de la pandemia. Añadió que hay un 80% de posibilidades de que, a medida que el virus del SARS-CoV-2 evolucione, el mundo tenga que lidiar con menos cantidad de virus y menos agresivo.
A principios de este mes, Pfizer, que también ha desarrollado una vacuna contra el coronavirus que se ha distribuido de forma generalizada, ofreció algunas palabras de cautela en cuanto a las perspectivas de ventas del gigante farmacéutico. Durante la presentación de su informe de resultados, la empresa con sede en Nueva York informó de un menor potencial de aumento de sus previsiones para este año que para 2021, cuando la vacuna estaba recién lanzada y eran pocas las personas que habían recibido alguna dosis.
Se acabaron los beneficios rápidos
Una consideración importante para los inversores a largo plazo en este momento es si deberían comprar acciones de Moderna ahora que la empresa podría ver un crecimiento de las ventas más conservador de cara al futuro.
La respuesta a esta pregunta depende del rumbo que tome la crisis sanitaria mundial y del éxito de la empresa a la hora de ir más allá de las vacunas y aprovechar todo el potencial de la tecnología de ARNm, en la que se basa su vacuna COVID, como remedio para otras enfermedades.
Más allá de la pandemia de la COVID-19, los directivos de Moderna son optimistas en cuanto a que su tecnología permitirá combatir otras enfermedades infecciosas respiratorias, como el virus sincitial respiratorio (VSR) y el citomegalovirus (CMV), así como otras posibles terapias para dolencias como el cáncer y las enfermedades inflamatorias.
Puede que apostar por otros avances no reporte beneficios inesperados a los inversores tan rápido como los observados con las autorizaciones de emergencia de las vacunas COVID una vez que se introdujeron en el mercado a finales de 2020. La mayoría de las inoculaciones experimentales de Moderna siguen en fase inicial de ensayos en humanos, excepto su vacuna contra el citomegalovirus. Ésta podría convertirse en un producto multimillonario si funciona.
Dicho esto, algunos analistas creen que las acciones de Moderna, tras un importante retroceso, se han vuelto atractivas para los inversores a largo plazo, especialmente después de que el interés especulativo haya disminuido considerablemente.
Moderna se encuentra entre los 10 valores que Goldman Sachs destacó recientemente en su lista de nombres con métricas de «calidad», incluyendo sólidos balances, márgenes elevados y capitalizaciones de mercado, así como un rendimiento del flujo de caja libre por encima de la media. Moderna obtuvo el mayor rendimiento del flujo de caja libre, un 20%, y los mayores márgenes, un 56%, de la lista de valores de calidad de Goldman.
Además, una encuesta realizada por Investing.com entre 19 analistas augura una subida del 84,18% de las acciones.
Fuente: Investing.com
Conclusión
Con la disminución de la expectación por las vacunas y la retirada de muchos inversores minoristas de Moderna, su valoración se ha vuelto más atractiva, lo que refleja una mejor relación riesgo-recompensa en su cartera de posibles tratamientos al margen del COVID-19. Este ajuste, en nuestra opinión, ha convertido a Moderna en una mejor apuesta para los inversores a largo plazo que el año pasado.
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